miércoles, 1 de enero de 2014

EL BOSQUE PETRIFICADO DE ALPUENTE



RESUMEN:

En la Cubeta de Titaguas - Aras de Alpuente (Cordillera Ibérica Suroccidental) durante el Cretácico Inferior se produjo una sedimentación continental (fluvio-deltaíca) que dio lugar a una gran acumulación de sedimentos detrítico clásticos en Facies Weald (conglomerados, areniscas, arcillas rojas,..). Estos depósitos se acumularon en un clima subtropical, con abundante agua, lo que permitió que se desarrollaran bosques con una densa vegetación que incluía árboles de gran porte, árboles que han llegado hasta nuestros días fosilizados, bien en carbonato cálcico (calizas) o bien silidificados.

En este artículo describire un yacimiento localizado en Alpuente (Valencia), y situado cerca del contacto Jurásico–Cretácico, en el que aparecen una gran cantidad de troncos de árboles petrificados. Repasada la bibliografía existente sobre el tema, he llegado a la conclusión de que en este yacimiento aparecen distintos tipos de especies vegetales y entre ellas, las más abundantes serian  los pinos y las Arecaceae (Palmae). Esta abundante vegetación sirvió de alimento a una serie de herbívoros de gran porte que dejaron sus pisadas impresas y sus huesos encerrados en las rocas, constituyendo un incipiente “parque jurásico valenciano” que sin duda se ira desarrollando en un futuro próximo.


Summary: The Basin Titaguas - Aras Alpuente (Southwest Iberian Range) during the Lower Cretaceous continental sedimentation (fluvial- deltaic) occurred which led to a large accumulation of detrital clastic sediments in Weald facies ( conglomerates , sandstones , red clays,..). These deposits were held in a subtropical climate, with plenty of water, allowing it to develop forests with dense vegetation including large trees, fossilized trees were either calcium carbonate (limestone) or solidifications. This article will analyze a reservoir of these fossils located in Alpuente, and located near the contact Jurassic - Cretaceous, where there are plenty of petrified trees. Reworked the existing literature on the subject, I have come to the conclusion that at this site different types of plant species and among them would be the most abundant Arecaceae (Palmae) appear. This abundant vegetation served food to a number of large-sized herbivores who left their footprints and bones printed locked in the rocks, forming an incipient "Valencian Jurassic Park " that will undoubtedly anger developing in the near future.


SITUACIÓN GEOGRÁFICA:

El yacimiento paleontológico que voy a describir se localiza en el Termino Municipal de Alpuente (Valencia), en el paraje de La Hoya  muy cerca de la Aldea de El Chopo tal como se puede ver en la siguiente figura. Es un yacimiento de muy fácil acceso por el camino que saliendo desde el PK 11 de la carretera de Alpuente a La Yesa (CV 345) lleva hacia las casas de la Aldea de El Chopo

Figura nº 1: Mapa de situación (SIGPAG)
Geomorfológicamente la zona es un páramo de secano suavemente ondulado, con pequeñas colinas rodeadas de terrenos de labor, tal como se puede ver en la fotografía de la figura nº 2. Este paisaje esta interrumpido por la presencia de algunas montañas de cúspide plana con cotas sobre los 1.000 m.s.n.m. La red hídrica esta muy poco desarrollada y en la zona solo hay un curso fluvial de carácter efímero, el Barranco del Reguero que da lugar al impresionante Tajo de Alpuente.

Figura nº 2: Paisaje típico de la zona de Alpuente (al fondo la Aldea de El Chopo)
En la siguiente imagen se puede apreciar una ortofoto en 3D de la zona de Las Hoyas se ve nítidamente el contacto entre distintos tipos de terrenos: los relieves elevados formados por las calizas de oolitos del Kimmeridgiense, así como las explotaciones de caolín de la Facies Utrillas y las Calizas de Aras de Alpuente que constituyen el techo de la sedimentación cretácica y en las zonas más bajas las facies de arcillas continentales (Weals y Purbeck), con tonalidades más rojizas y intensamente explotadas para cultivos agrícolas de secano.
Figura nº 3: Ortofoto 3D (IMaps) de la zona

DESCRIPCION GEOLOGICA:

La zona donde se localiza el bosque petrificado se ubica, geológicamente, en la “Cubeta de Aras de Alpuente”, una cuenca enclavada en el Surco Ibérico Suroccidental de la Cordillera Ibérica (Rama Castellano–Valenciana o Levantina). En esta cuenca durante el Cretácico Inferior tuvo lugar una importante sedimentación detrítica. Según los datos del IGME, en la Hoja nº 638 (Alpuente) del MAGNA (ver mapa geológico de la figura nº 4), sobre el Kimmeridgiense Medio – Superior (J332) que en la zona de Alpuente esta representado por 40 a 50 metros de calizas micríticas oolíticas, pisolíticas y oncolítitas típicas de ambientes marinos agitados que dan lugar a resaltes inconfundibles en el terreno (ver figura nº 3), se sitúa el Portlandiense (Jp33), realizándose el transito de uno a otro mediante la intercalación de bancos de areniscas, arenas silíceas y calcarenitas.

Figura nº 4: Mapa geológico de la zona de Alpuente - La Yesa (Hoja nº 638 del MAGNA)
En la zona que nos interesa, El Portlandiense (Jp33) se asienta concordantemente sobre los últimos bancos calcáreos marinos del Kimmeridgiense Superior tal como se puede ver en la fotografía de la figura nº 4, y presenta Facies Purbeckiense. La serie normal presenta los siguientes tramos en sentido ascendente: alternancia de bancos de calizas y calizas margosas pisolíticas con algunas intercalaciones de calizas micríticas (12 m.), los pisolitos presentan mayores tamaños (0,5 cm) hacia la base, encima 4 metros de caliza oolítica, hacia la base pisolítica. Más arriba bancos de hasta 1 metro de caliza micrítica, caliza margosa grumosa, micritas y oomicritas con estratificación cruzada. A techo de la serie aparece una alternancia de calizas oolíticas, margas arenosas y calizas arenosas oolíticas en bancos de 1 a 1,5 metros con estratificación cruzada. A continuación comienzan las facies con arcillas de tonos rojizos (ver fotografía de la siguiente figura).


Figura nº 5: Contacto Kimmeridgiense Superior - Portlandiense en Las Hoyas de Alpuente.
En la siguiente figura (nº 6) se puede apreciar un contacto fallado entre las calizas masivas kimmeridgienses y las margas y calizas de ostreidos del Portlandiense en facies Purbeck, en el kilómetro 12 de la CV 345.

Figura nº 6: Contacto fallado entre las calizas masivas kimmeridgienses y las margas portlandienses en facies Purbeck
El Cretácico Inferior (Facies Weald) que comienza con la sedimentación del Hauteriviense –Barremiense (Cw13-16) esta constituido por una serie sedimentaria fundamentalmente continental. En la memoria del MAGNA se menciona textualmente: “en la zona de Alpuente, esta formación (F. Weald) descansa disconforme sobre el Jurásico Superior, bien sea sobre el Kimmeridgiense Superior o sobre el Portlandiense, sin observarse en ningún punto la existencia de diferencias de angularidad que pongan de manifiesto la existencia de una fase de plegamiento anterior a su deposición. Se han podido distinguir tres tramos: uno inferior de edad Hauteriviense-Aptiense Inferior constituido, en su base, por areniscas groseras de tonos blanquecinos o rojizos que alternan con niveles de areniscas arcillosas y de arcillas de tonos rojizos. Ocasionalmente pueden observarse intercalaciones de conglomerados con cantos de cuarcita. 

Figura nº 7: Aspecto tipico de la Facies Weald en Alpuente
Por encima se encuentra un conjunto de calizas arenosas, en algunos puntos lumaquélicas, y areniscas de tonos blanquecinos con faunas neocomienses. Estos niveles con intercalaciones marinas no han podido ser cartografiados ya que solo han sido observados en algunos puntos no viéndose ninguna continuidad lateral. Por encima se encuentra una alternancia de arcillas y areniscas con niveles de conglomerados con cantos de cuarcita. 

En el techo de este tramo yace un conjunto de calizas arenosas lumaquélicas con fragmentos de ostreas separadas por arenas margosas. Este tramo esta incluido en la Unidad C152-3) y la edad, según la fauna encontrada: Palorbitolina lenticulares (FLUMENS) y otras es Aptiense medio.  

El tramo más superior es un conjunto de arcillas, areniscas y conglomerados de color rojizo (C2-215-16) del Aptiense Superior- Albiense Inferior que podrían adscribirse a la Formación Arcillas de Contreras.
La Formación Arenas de Utrillas (Albiense Superior-Cenomaniense Inferior (C2-316-21) esta constituida por 50-60 metros de alternancias de arcillas, areniscas y conglomerados de color blanquecino, constituyendo un conjunto de afloramientos en los que se ha explotado caolín. En la fotografía de la siguiente figura se puede ver el corte estratigráfico descrito en el MAGNA en el frente de la explotación caolinífera del Cerro Atalaya Alta.
 

Figura nº 8: Explotación de caolín en la Formación Arenas de Utrillas
El techo de la sedimentación Cretácica en la zona es la Formación Calizas de Aras de Alpuente del Cenomaniense Medio-Superior se trata de potentes bancos de calizas muy recristalizadas de tonos amarillentos que constituyen las cimas aplanadas de cerros como “El Cabezo” y “Atalaya Alta”. En la siguiente figura se puede ver la columna litoestratigráfica tal como viene descrita en la Hoja del MAGNA de la zona:

Figura nº 9: Columna litoestratigrafica de la Hoja nº 638 del MAGNA

En el libro “EL CRETACICO DE ESPAÑA”, se describen estas litologías de la siguiente manera (sic): la Facies Weald equivale a la Formación Arenas y arcillas del Collado, cuyo estratotipo esta en la Aldea del Collado (Alpuente) esta constituida por: arenas arcósicas, a veces conglomeráticas y arcillas. Las arenas son heterométricas, generalmente con estratificación cruzada en surco y suelen ser predominantes hacia la base, siendo las arcillas más abundantes hacia el techo de la unidad, aunque localmente pueden ser predominantes en toda ella, presentando intercalaciones de arenas micáceas muy finas y homométricas. Son frecuentes los niveles con restos vegetales, aunque también pueden aparecer caráceas, ostrácodos y fragmentos de ostreidos, a veces muy abundantes.
Figura nº 10: Unidades litoestratigraficas en el límite Jurásico - Cretácico de la Cuenca Ibérica Suroccidental
La Formación Arenas y arcillas del Collado, Vilas et al. (1982) aparece concordante en contacto neto y erosivo sobre la Formación Arcillas y areniscas de Aldea Cortés (Valanginiense-Hauteriviense?) y de forma discordante o paraconforme sobre diferentes términos jurásicos: Formación Calizas, areniscas y arcillas de Villar del Arzobispo (Kimmeridgiense Superior – Portlandiense), Formación Calizas oolíticas de Higueruelas (Kimmeridgiense “medio”), Formación Ritmita Calcárea de Loriguilla (Kimmeridgiense Inferior y Formación Margas de Sot de Chera (Kimmeridgiense Inferior-Oxfordiense Superior) e incluso hacia el Norte llega a situarse sobre el Dogger. De forma local, en las proximidades de Tuejar, la Facies Weald descansa discordantemente sobre el Keuper con el desarrollo de una importante costra ferruginosa bajo la que se encuentra un nivel de alteración.  Esta Unidad se deposito en llanuras aluviales proximales del tipo braided o en la parte media-distal de abanicos húmedos, en llanuras deltaicas dominadas por la acción fluvial y/o llanura deltaica arcillosa con red de drenaje poco desarrollada.  
 
Figura nº 11: Calizas portlandienses con ostreidos
A muro de esta formación se localiza La Formación Calizas, areniscas y arcillas de Villar del Arzobispo (Mas y Alonso, 1.983) también conocida como Facies Purbeck, se sitúa mediante cambio lateral y vertical de facies sobre la infrayacente Formación Calizas de oncolitos de Higueruelas. Se trata de una sucesión mixta carbonatada – siliciclástica con intercalaciones arcillosas y margosas. Su mayor espesor (550 metros) se localiza en Villar del Arzobispo y su edad Titónico Superior–Berriasiense Medio. En la zona de Alpuente presenta una disminución de espesor considerable (30 metros) y esta formada por arcillas margosas abigarradas con niveles de calizas marrones en bancos métricos con estratificación seudonodulosa y gran cantidad de ostreidos (ver la fotografía de la siguiente figura).

DISCUSION:

Además del IGME, muchos investigadores han estudiado la zona en diversos trabajos geológicos: Mas et al (1.994) estudian la Secuencia Titónico – Berriasiense, la más alta de las que forman la Supersecuencia Jurásica (Hettangiense–Berriasiense). Consideran que el límite inferior de ambas secuencias es una paraconformidad ligada a un salto brusco desde el punto de vista sedimentológico y litológico con el paso de las calizas micríticas tableadas depositadas en zonas medias y distales de rampa carbonatada durante el Kimmeridgiense (Formación Rítmita Calcárea de Loriguilla) a calizas oolíticas masivas depositadas en zonas marginales de rampa (Formación Calizas con Oncolitos de Higueruelas).

Atribuyen el límite superior la secuencia a una discordancia sobre la que se localiza la Formación Arcillas y areniscas de Aldea Cortes (Valanginiense). Consideran que se trata de una secuencia somerizante que abarca desde los carbonatos de la Formación Calizas con Oncolitos de Higueruelas del Titónico a los depósitos margosos, carbonatados y siciliclasticos de la Formación Calizas, areniscas y arcillas de Villar del Arzobispo del Berriasiense Inferior.

Las facies evolucionan desde facies más externas de sedimentos de plataforma de escasa pendiente, de tipo homoclinal, abierta hacia el Este, con decantación de fango micrítico, hacia facies más someras oncolíticas con corales y por encima aparecerían facies de barras oolíticas litorales con zonas de lagoon somero. En un segundo estadio la sedimentación se realiza en una extensa llanura submareal somera, de tipo lagoon, con extensas llanuras de marea hacia sus márgenes. Las facies siliciclásticas más groseras se presentan rellenando canales de cursos meandriformes de alta sinuosidad, apareciendo también depósitos deltaícos y de llanura mareal carbonatada.

Figura nº 12: Europa en el Cretácico Inferior
Según estos autores esta secuencia sedimentaria se deposito en una estructura compleja de umbrales y surcos surgida de una tectónica de bloques, con subsidencia diferencial, dentro de un contexto de rift intracontinental durante el Kimmeridgiense – Albiense Medio (ver figura nº 11). A partir del Kimmeridgiense y debido a el basculamiento de la Meseta Ibérica, se produjo el levantamiento del borde occidental de la Cuenca Ibérica lo que dio lugar al desplazamiento de la línea de costa hacia el Este. Coincidiendo en el límite Titónico-Berriasiense, y con la fase terminal del levantamiento de la Meseta Ibérica, hay una significativa entrada de materiales detríticos, lo que implicaria un rejuvenecimiento del área madre, así como la creación de surcos muy subsidentes en áreas adyacentes, como la Cuenca de Villar del Arzobispo.

Por su parte Santiesteban (1.995) estudia la Facies Weald de la Cubeta de Aras de Olmos, y la divide en 5 tramos (A – E) y la asigna a la Formación Arenas y arcillas del Collado definida por Vilas et al. (1982) en la Aldea de El Collado de Alpuente. Sin embargo Casanovas et al. (1.999) asignan el tramo A de esta secuencia al Purbeck y los tramos D y E a la Formación Arenas de Utrillas, quedando la Formación El Collado reducida a los tramos B y C. Según estos mismos autores, los restos de estegosaurios se localizan en la base del tramo B en facies continentales del limite Jurásico–Cretácico, mientras los demás restos de dinosaurios están en una situación estratigráfica más alta, dentro de este mismo tramo B, incluidos los restos de Losillasaurus giganteus del yacimiento de La Cañada.

Según Casanovas et al. (1.995) estos sedimentos se pueden asignar a la Facies Weald que estratigráficamente pertenecería al “Grupo Mixto de Cortes” (Mas et al 1982) y más concretamente a la Formación Arenas y Arcillas del Collado de edad Hauteriviense-Cenomaniense Inferior o Hauteriviense Superior–Barremiense Inferior, según los distintos autores. Estos investigadores dan a la Facies Weald en la Cubeta de Aras de Alpuente un espesor de 800 metros, encontrándose el bosque petrificado en el primer tramo (Tramo A) formado por 30 metros de margas con intercalaciones de areniscas y calizas que incluyen los restos de plantas superiores. También mencionan la aparición de restos óseos de Dacentrurus armatus, un estegosaurio del Jurásico Superior, en el nivel inmediatamente superior al del bosque petrificado.

La columna detallada seria:
Tramo A: con un espesor de 30 metros esta formado por arcillas rojas con intercalaciones de calizas y  areniscas. Presencia de fósiles de arboles y plantas superiores fosilizados en carbonatos.
Tramo B: con un espesor de 115 metros esta formado por arcillas rojas con intercalaciones de cuerpos canalizados de areniscas.
Tramo C: con un espesor de 400 metros esta formado por margas y arcillas grises con cuerpos canalizados de areniscas blancas micáceas.
Tramo D: presenta un espesor de 150 metros y se caracteriza por estar formado por areniscas micáceas con cantos dispersos con estructuras canalizadas intercaladas en arcillas rojas. En este tramo es donde se localizan los niveles explotables de caolín.
Tramo E: con un espesor de 90 metros esta formado por margas grises y areniscas.

Figura 13: El yacimiento de icnitas de La Corcolilla
Santiesteban et al. estudian el yacimiento de La Corcolilla donde aparecen icnitas de dinosaurios en una capa de areniscas blancas de 6 metros de espesor y geometría lenticular. Las areniscas se sitúan erosivamente sobre arcillas rojas y a techo se depositan margas grises con areniscas. Lo definen como un paleocanal, con estratificación cruzada sigmoidal, formando un conjunto de capas solapantes de areniscas. En la parte superior de cada capa de areniscas aparecen grietas de desecación, galerías de bioturbación y huellas de dinosaurio. Se trata de una facies típica de barra de meandro fluvial, correspondiendo las arcillas rojas del muro a depósitos de llanura de inundación y las margas del techo a depósitos lacustres.

Tras estudiar las hipótesis de los distintos investigadores que han trabajado en la zona y recorrer la zona observando su geología, he llegado a la conclusión de que la disposición geológica que figura en la cartografía de la Hoja nº 638 (Alpuente) del IGME parece la más acertada, por lo que el bosque petrificado se localizaría en la parte más baja de la Facies Weald, es decir en la base de la Formación Arenas y Arcillas del Collado (Vilas 1982) que esta perfectamente descrita en el libro “El Cretácico de España”.
Luego, el bosque petrificado objeto de este articulo, se localizaría en los sedimentos detrítico clásticos (arcillas y areniscas) de la Formación Arenas y arcillas de El Collado (Vilas 1982), ubicada dentro de la secuencia conocida como “Facies Weald” y su edad geológica seria Hauteriviense, es decir la base del Cretácico Inferior.

EL BOSQUE PETRIFICADO:

En el yacimiento los fósiles de árboles aparecen dispersos por una amplia zona del paraje de Las Hoyas en la Aldea del Chopo (39º 53' 52,7"N 0º 59' 22,6"W), pero aparecen especialmente concentrados en los montones de piedras procedentes del despedregamiento de los terrenos de labor adyacentes. En su ubicación inicial los fósiles se encontrarían entre las arcillas que constituyen los campos de cultivo, posiblemente tumbados horizontalmente tal como parece indicar su aplastamiento longitudinal.

Figura nº 14: Areniscas con estratificación cruzada sigmoidal
 El yacimiento se localiza a techo de un banco de areniscas arcósicas de grano grueso con estratificación cruzada sigmoidal, similar al banco de areniscas canalizadas sobre el que se localiza el yacimiento de icnitas de dinosaurio de La Corcolilla. Este paleocanal se sitúa sobre un estrato de potencia métrica de calizas con una estratificación seudodulosa y gran cantidad de ostreidos, en el que he fijado el límite del Purbeckiense, es decir el límite Jurásico – Cretácico.
Sobre este banco de areniscas aparecen niveles de areniscas arcillosas amarillentas con laminación horizontal y areniscas micáceas de grano fino a medio y color rojizo o blanco, con restos de vegetales, así como arcillas rojas y grises que contienen troncos de árboles petrificados.

Figura nº 15: Troncos de arboles petrificados
En el yacimiento aparecen gran cantidad de fragmentos de árboles petrificados, con tamaños muy variados: diámetros de 30, 20 y 10 centímetros y longitudes inferiores a 0,50 metros, bien como troncos completos o como fragmentos de madera. No son circulares, como correspondería, sino elípticos, sin duda a causa del aplastamiento ocasionado por la presión litoestática causada por el peso de los sedimentos que los enterraron.  


Los troncos están petrificados en carbonatos, algunos de ellos con cristalizaciones de calcita fibrosa bien en forma de venas o bien en forma de esferas si bien algunos ellos pueden presentan su parte más interna sílidificada.

Figura nº 16: Detalle de la petrificación. Esferulas de calcita fibrosa
Los troncos presentan una estructura exterior estriada, presentando algunos de ellos restos de la corteza original, tal como se puede apreciar en las siguientes imágenes.

Figura nº 17: Tronco petrificado con impresiones de la corteza
La mayoría de los troncos no conservan ningún tipo de estructura interna, sin embargo en algunos de ellos si que he encontrado vestigios de ellas. En la mayoría de los casos se conserva una estructura de círculos que, pienso, corresponderían a vestigios de antiguos conductos de savia, como se puede apreciar en la fotografía de la figura 15. Este tipo de disposición recuerda a la de los troncos (estípites) de las palmeras fósiles y actuales (ver figura nº 18)

Figura nº 18: Detalle de una seccion transversal de un tronco con estructura de canales circulares

También aparecen troncos (estípites) en los que en las secciones transversales se puede ver una estructura anular muy clara (las arecaceas no presentan anillos de crecimiento), pero con una zona externa con la estructura canalizada típica de las palmeras, por esta causa no tengo nada clara su adscripción filogenética (ver figura nº 19).

 
Figura nº 19: Sección trasversal de un tronco con estructura anular y una epidermis con conductos
En la siguiente imagen adjunto una fotografía de detalle con la que se puede apreciar los conductos que constituyen la epidermis del tronco o estipe.


 
Figura nº 20: Detalle del tronco de la figura anterior
Figura nº 21: Fósil de palmera
 Las palmeras o palmas son angiospermas monocotiledóneas del orden Arecales, familia Arecaceae (Palmae). Es necesario hacer varias matizaciones ya que las palmeras, como monocotiledóneas que son, no son árboles propiamente dicho, sino más bien hierbas y por tanto, las palmeras no tienen troncos como otros árboles, es decir, no desarrollan madera con anillos que cuentan sus años, sino que generalmente tienen troncos (estípites) llenos de pequeños conductos filamentosos semejantes a la fibra o a pequeñas venas que le dotan de un tejido mucho más suave que la madera y que la hace mucho más flexible que un árbol, lo que le permite doblarse sin problemas en tormentas huracanadas. Así, no es de extrañar que después de un huracán, si queda algún árbol en pie, lo más probable es que sean palmeras.

Figura 22: Palmera cretácica
 Las palmeras, por tanto, poseen un falso tronco denominado estípite o estipe, generalmente solitario y no ramificado a excepción de la Hyphaene thebaica y Nypa, los cuales se ramifican dicotónicamente. La savia de la palmera circula principalmente por la parte interna del estípite, al contrario que los árboles, proporcionando una mayor resistencia al fuego, pero por el contrario son incapaces de regenerar los tejidos externos y así no pueden cicatrizar sus heridas como suceden los árboles.

El estípite de las palmeras, en lugar de tener corteza como los árboles tiene una epidermis endurecida que forma una capa protectora. La mayoría de las especies alcanzan el diámetro máximo del tronco antes de empezar a crecer en altura. Puede haber engrosamientos posteriores por el hinchamiento de las células o el robustecimiento de las paredes. Los troncos de las palmeras son muy fuertes, gracias a un anillo periférico de haces frondosos lignificados y tiene mucha flexibilidad debido al córtex blando de su interior.

 En la figura nº 22 se puede ver la reconstruccion de una palmera del Cretácico: Sabalites longirhachis (Marmi et al. 2011)


Además de los troncos o estipes, en las areniscas he encontrado lo que parece ser una impresión de una hoja pinnada con nervios longitudinales, del tipo de las que se dan en las palmeras o en las cycas, junto a unos tallos indeterminados. En la siguiente figura se puede ver una fotografía con este fósil.

Figura nº 23: Impresiones de hojas y tallos en areniscas micáceas
Por otra parte entre los otros troncos (Figura nº 14) he encontrado un ejemplar de tronco fósil que presenta un nudo, típico de los árboles con ramas, este ejemplar se parece a la sabina que hay en la colección del Departamento de Geología de la Universidad de Valencia. Las sabinas son del genero Juniperus y pertenecen a la familia de las Cupresaceas que ha sido descrita en el Cretácico Inferior de La Cordillera Ibérica.

Figura nº 24: Tronco con nudo o estructura parecida junto a otro con impresión de la corteza.

Figura nº 25: Evolución climatica en el fanerozoico
 En Alpuente tenemos un bosque que vivió durante el Hauteriviense (Cretácico Inferior basal) en un medio de transición marino – continental deltaico con clima tropical o subtropical típico durante el periodo Cretácico, que era algo más cálido que en los periodos precedentes, tal como se puede apreciar en el siguiente gráfico

Los polos carecían por completo de hielo, razón por la que el nivel del mar era muy elevado, dando lugar a que grandes zonas continentales estuvieran cubiertas por mares someros. El clima era muy estable, en parte debido a la conexión existente entre los dos grandes océanos existentes a través del Mar de Tethys. Las diferencias entre las temperaturas que había en el ecuador y en los polos no era muy significativa, hecho que nos hace pensar que los vientos serían muy débiles y, por tanto, los mares muy tranquilos.

Figura nº 26: Stuacion de la Península Ibérica durante el Cretácico Inferior
La vegetación preponderante en esta época fue de gimnospermas como Ginkgoales, Cycadales, Araucariaceae, produciéndose, en el límite entre el Cretácico inferior y el superior, uno de los cambios florales más notables de los ocurridos en la historia terrestre. Las gimnospermas pasan a un plano secundario y se extinguen importantes grupos (Pteridospermales, Caytoniales, Bennetittales) y se reducen drásticamente muchos otros órdenes. En su lugar se desarrollaron las angiospermas (plantas con flores) siendo las primeras en aparecer son las dicotiledóneas y después lo hacen las monocotiledóneas.

En un muy completo articulo L.G. Esteban et al. (2006), mencionan la existencia en el Cretácico Inferior (Berriasiense – Barremiense) de Teruel de las siguientes floras: los cipreses Cupressinoxylon hortti (Stopes), Cupressinoxylon sp., las araucarias Dadoxylon sp., Dadoxylon aff., Araucarioxylon sp., las confieras Xenoxylon sp., y Agathoxylon sp del Albiense. Además se describen Dadoxylon (Aracaurioxylon) riojense en el Valanginiense – Hauteriviense y las coniferas Pinoxylon riojanus y Agathoxylon riojense en el Aptense. Estos autores describen floras de árboles petrificados del Barremiense – Aptiense de Cameros en facies de llanuras deltaicas con zonas de agua semipermanentes que podían funcionar como canales de marea o como zonas de inundación por las que fluían canales fluviales, facies muy parecidas a las existentes en Alpuente. Se menciona la existencia de una nueva especie de confiera del genero Podocarpoxylon (Stopes): Protodocarpoxylon haciniensis, un tronco petrificado sin anillos de crecimiento, y de otra tronco del genero Agathoxylon, una conífera muy común en el Mesozoico.

Figura nº 27: Recreacion de un paisaje cretácico con un estrato arboreo de coniferas y un sotobosque de helechos y cicadofitas (Rosario Romero, Llorens 2005)
Según Gómez et al. (2001, 2002) en el Cretácico Inferior de la Península Ibérica, la flora estaba fundamentalmente compuesta por Coniferophyta estando ausentes las angiopermas. Esta flora habitaba en un clima subtropical, muy seco a principios del Cretácico, clima que fue humedeciéndose progresivamente durante el Cretácico, sin presentar estaciones marcadas, tal como parece indicar la ausencia de anillos de crecimiento en los arboles. 

Figura nº 28: Paisaje de Las Hoyas (Cuenca) en el Cratácico (Raul Martin)
Los macrorestos de plantas son con mucho uno de los fósiles más abundantes en el yacimiento paleontológico de Las Hoyas (Cuenca), e incluyen representantes de los principales grupos vivos: hepáticas, helechos, coníferas, además de las primeras plantas con flor. Entre las coníferas los restos más abundantes corresponden a la familia Cheirolepidiaceae un grupo extinto de gran diversidad.

La abundancia de vegetación ocasiona la presencia de una fauna de “comedores de plantas”, naturalmente al estar en el Cretácico Inferior estos herbívoros no podían ser otra cosa que DINOSAURIOS.

En los últimos años la Cubeta de Aras de Alpuente se esta convirtiendo en una especie de “Parque Jurásico valenciano, encontrándose gran cantidad de huesos e icnitas de dinosaurios. Varios son los investigadores que han trabajado en la zona, a continuación resumiré algunos de estos trabajos:

En la Cubeta de Galve (Teruel) Luís Alcalá et al. (2012) describen icnitas de dinosaurio en la Formación Calizas, areniscas y arcillas de Villar del Arzobispo del transito Jurásico – Cretácico (Titónico – Berriasiense basal). Las huellas se localizan en afloramientos calizos con tapices de algas y grietas de retracción en facies de plataforma marina somera relacionada con un frente deltaico. Las icnitas son de diferentes tipos y los organismos productores de las mismas serian dinosaurios terápodos y saurópodos. Se han identificado huellas  clasificadas como del icnogénero Deltapodus ibericus y cuyo productor seria el estegosaurio Dacentrurus. También se han descrito icnitas del tipo Gigantosauropus asturiensis y el dinosaurio productor seria un neosaurópodo diplodocoideo.

Figura nº 29: Paisaje cretácico en La Corcolilla (Alpuente)

En La Aldela de La Corcolilla (Alpuente) Santiesteban et al. describen la existencia de icnitas de dinosaurio. El yacimiento se localiza en el techo de unas areniscas blancas de grano medio a fino con una potencia de 6 metros y disposición lenticular (canalizada) con estratificación cruzada en surco y sigmoidal de paleocanal. Su base cóncava y erosiva sobre arcillas rojas y su techo es neto pasando a margas grises mediante un nivel de transición de 1,50 metros de areniscas y margas grises. La superficie superior presenta riples, grietas de desecación, galerías de bioturbación y huellas de dinosaurios (ver fotografía de la figura nº 30).

Figura nº 30: Banco de areniscas que contiene las incitas sobre arcillas rojas (Formacion El Collado).
El yacimiento se origino en un contexto continental, concretamente en un medio fluvial, correspondiendo las areniscas a una barra de un meandro que discurría sobre una llanura de inundación (arcillas rojas) y que a techo presentaba depósitos lacustres o palestras (arcillas grises oscuras).

Figura nº 31: Nivel de arcillas grises oscuras a techo de las areniscas canalizadas que contienen las incitas.
En el yacimiento hay un total de 49 huellas tridáctilas formando 4 rastros y algunas otras sueltas. Los organismos productores han sido terápodos y ornitópodos de distintos tamaños y especies todavía no encontradas.

Figura nº 32: Icnitas de dinosaurio, grietas de desecación y ripples en La Corcolilla
Otro yacimiento de icnitas de dinosaurio ha sido descrito por Santiesteban et al. (2.008) en Cañada Paris (Balvodar; Alpuente) en sedimentos, que describen como de la Formación Calizas, areniscas y arcillas de Villar del Arzobispo, a 47 metros del contacto con la Formación Calizas de Higueruelas. El yacimiento se localiza en el techo de una capa de areniscas de grano medio a grueso de forma lenticular con estratificación y laminación cruzada que se deposita erosivamente sobre arcillas rojas con paleosuelos calcáreos. Sobre las areniscas aparecen lutitas grises laminadas y dos capas de carbonatos con bioclastos de fauna marina. Esta secuencia se interpreta como un deposito de playa con orientación NO – SE, las huellas se encuentran en la tras-playa (backshore) y en la parte superior de la zona batida por el oleaje (upper foreshore). En la siguiente figura (nº 25) se puede ver la recreación de un paisaje de este tipo.

Figura nº 33: Paisaje costero de finales del Jurásico (Raul Martin)
Aparecen dos rastros uno con 17 huellas redondeadas del icnogénero “Brontopodus” cuyo productor seria un dinosaurio saurópodo titanosauriforme y otro con 7 impresiones tridáctilas, en peor estado de conservación, cuyo productor seria un dinosaurio terópodo sin precisar.

Estos mismos autores (Santiesteban et al. 2001) también han citado restos de dinosaurios (sauropodos) e icnitas en la Facies Purbeck (Formación Calizas, areniscas y arcillas de Villar del Arzobispo del Titonico Medio-Barremiense Basal).

Figura nº 34: El dinosaurio de Balvodar (Alpuente).
En el Museo Paleontológico de Alpuente se exhiben los huesos de un gran dinosaurio que se atribuyen (Suñer. M et al 2018), pese a su tamaño 20-30 metros de longitud y peso, a un individuo subadulto de un sauropodo macroniano basal de un tazón desconocido (ver fotografía de la figura de la derecha). Los restos aparecieron en la Aldea de Baldovar (Alpuente) en rocas asignadas a la Formación Calizas, areniscas y arcillas de Villar del Arzobispo del Titónico-Berriasiense. Se trata de huesos de extremidades, pélvicos, vertebrales caudales y otros que se encontraron en buen estado de conservación gracias a un rápido enterramiento sin apenas transporte en un banco de 2 metros de grosor de areniscas micáceas de grano medio a grueso con laminaciones cruzada que se atribuye a un canal que circularía por un antiguo estuario.

Otros investigadores como Alcalá et al (2011) tambien describen en la Cuenca de Galve y en la misma formación, un yacimiento de icnitas de dinosaurio. Las icnitas se han asimilado al estegosaurio Dacentrurus  y a neosauropodos diplodocoideos.

Restos óseos de dinosaurio han sido descritos por Casanovas et al. (1995) en la localidad de Cerrito del Olmo (La Almeza; Alpuente) en una litología de paleocanales de areniscas intercalados con arcillas rojas y margas grises adscritos al Tramo B de la subdivisión de la Facies Weald en la Cubeta  de Aras de Alpuente. Los fósiles se localizan en arcillas y margas grises sedimentadas en un ambiente palustre desarrollado en un contexto de llanura de inundación de un sistema fluvial. Los huesos fósiles encontrados se han adscrito al Suborden Stegosaria, Familia Stegosauridae, Genero Dacentrurus, Especie Dacentrurus armatus (Owen 1985) del que se puede ver una recreación en la siguiente figura:

Figura nº 35: El estegosaurio Dacentrurus armatus (Owen 1985)
Pereda et al. (2009) consideran que una de las vértebras cervicales y dos de las vértebras caudales de los anteriores restos óseos no pertenecen al estegosaurio Dacentrurus armatus sino a un ornistiquio ornitopodo indeterminado.

Para otros investigadores, como Ruiz Canudo que menciona los hallazgos de dientes de sauropodos y terópodos carnosaurios en la parte media de la Facies Weald y cita la presencia de estegosaurios en la misma, los vestigios de dinosaurios de Valencia que se localizan en la Cubeta de Aras de los Olmos están en una posición estratigráfica problemática.

Para terminar, no podemos dejar de citar el descubrimiento en la Aldea de Losilla (Alpuente), por parte de Canovas et al. (2001) de los restos óseos de un dinosaurio gigantesco (30 metros pese a no ser un adulto: el Losillasaurus giganteus (Casanovas 2001) o “lagarto gigante de Losilla”. Los fósiles fueron hallados en sedimentos que se consideraron de la Formación Calizas, areniscas y arcillas de Villar del Arzobispo, y se consideraron de un dinosaurio saurópodo turiasaurido que vivió hace 145 millones de años en el Titoniano (Jurásico Superior)

CONCLUSIONES:

Durante el transito entre el Jurásico y el Cretácico en la zona de Alpuente (Los Serranos; Valencia) se deposito una potente serie detrítico clástica, en un ambiente de transición marino continental de tipo deltaico (Facies Weald). El clima era subtropical, sin estaciones marcadas, desarrollándose espesos bosques en los que vivían dinosaurios que se alimentaban de la gran cantidad de vegetación existente.

En el paraje de Las Hoyas (Aldea de El Chopo; Alpuente) en la Formación Arenas y arcillas de El Collado del Cretácico Inferior Basal (Hauteriviense – Barremiense) y en una posición estratigráfica muy próxima al contacto con el Jurásico, se localiza uno de estos bosques. Sobre el terreno abundan los fósiles de troncos de árboles petrificados en carbonatos, aunque algunos de ellos pueden presentarse silificados. Todavía no he podido determinar la especie o especies a la que pertenecen estos fósiles y aunque en la literatura científica se menciona la abundancia de coníferas en esta época, los árboles petrificados de Alpuente presentan unas características singulares que pueden hacer pensar que se pueda tratar de ejemplares de la familia Arecaceae (Palmae). Estas singularidades son, principalmente, la presencia de canales en la corteza y en el interior del tronco (estípite). En la siguiente figura se puede apreciar como son estos conductos en la actualidad (sección de un estípite de palmera actual), como aparecen en ejemplares de palmeras fósiles (Psaronius brasilensis) y como aparecen en una sección pulimentada de un tronco petrificado de Alpuente.
Figura nº 36:
Composición fotográfica con ejemplares de palmeras fósiles, una sección de una palmera actual y una sección que he pulido de un ejemplar de tronco fósil de Alpuente. Como se puede apreciar en las imágenes las semejanzas son más que notables.

Además de estos restos atribuidos, en principio a palmeras, se han encontrado otros ejemplares de troncos con nudos, similares a Cupresaceas (Juniperus?) e impresiones de hojas pinnadas con nervios liongitudinales similares a las de las palmeras o cycas.
La vegetación, que dejo estos vestigios petrificados, sirvió de alimento a unas criaturas portentosas de las que se han encontrado sus restos óseos fosilizados y huellas de sus pisadas marcadas en las rocas: el estegosaurio espinoso Dacentrurus armatus y el saurópodos turiasaurido Losillasaurus giganteus que junto a otros muchos, aun no localizados, debieron conformar un autentico Parque Jurásico valenciano.

En la siguiente imagen hemos querido recrear como hubiera sido el paisaje de Alpuente hace 145 millones de años en el limite Jurásico – Cretácico, con un dinosaurio herbívoro del tipo saurópodo turiasaurido “Losillasaurus giganteus” marchando junto a un estegosaurido espinoso “Dacentrurus armatus” en un paisaje con abundantes palmeras.


Figura 37: Recreación del paisaje del límite Cretacico - Jurásico de Alpuente, un estegosaurio (Dacentrurus Armatus) y un sauropodo turiasaurido (Losillasaurus giganteus).


















14 comentarios:

  1. Excelente artículo. Interesantes hallazgos, muy bien documentados, como siempre. Especialmente los troncos, muy bien conservados.

    Un saludo

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  2. Estupenda información, todo muy detallado y explicado.Un 10

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  3. Creo que deberías revisar la situación de las Calizas de la Huérguina porque las sitúas debajo de las Arenas y arcillas del Collado, y están encima.

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  4. No entiendo tu comentario de hoy. ¿Dices que las Calizas de la Huerniga estan encima de las Arenas y arcillas del Collado?. No, no estan encima ni debajo, son dos formaciones de la misma edad (Hauteriviense - Barremiense), como puedes ver en la página 469 del libro el Cretacico de España (1.982). El croquis de la figura 10 de este post es un esquema de las unidades formales del Cretacico Inferior de la Cordillera Ibérica Suroccidental y lo he sacado de un articulo de la Universidad de Valencia y el Instituto catalan de Paleontologia firmado por Santiesteban et al en el 2.007, aunque lo he visto en otras publicaciones.

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  5. Efectivamente tienen la misma edad cronoestratigráfica, pero no litoestratigráfica, porque cuando ambas aparecen en la misma zona, las Calizas de la Huérguina se sitúan sobre las Arenas y arcillas del Collado, es decir, la formación de la Huérguina es más joven que la del Collado, luego de donde hayas obtenido el croquis está equivocado.

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  6. Entiendo lo que quieres decir: es un cambio lateral de facies pero las facies lacustres de la F. Calizas de la Huérguina al ocupar una posición central en la cuenca siempre aparecen por encima de la F. Arenas y acillas del Collando más marginales. Pero en el articulo "Ambiente sedimentario y ciclicidad estratigráfica de los materiales de la Formación Arenas y arcillas del Collado en el sector de Alpuente de Carlos de SantÍesteban (Geogaceta 2004) se dice explicitamente: "El predominio de las facies aparentemente continentales (arcillas rojas con cuerpos lenticulares de areniscas blancas) ha disimulado la presencia de depósitos marinos intercalados. Estos han sido descritos como delgados niveles de calizas bioclásticas, tan discontinuos que no han merecido ser cartografiados a escala 1/50000. A pesar de ello, en afloramientos situados al Este de la localidad tipo de la F. Arenas y arcillas del Collado se presenta un tramo maritimo continuo, emplazado entre la base de la unidad y los depósitos detríticos del Jurásico terminal, que ha sido identificado estratigráficamente como la Formación Calizas de La Huérguina (Santiesteban y Suñer, 2002). Es decir localizan calizas de la Formación Calizas de La Huérguina en la misma posición estratigráfica que el esquema de las Unidades formales del Cretácico Inferior de la Cordillera Ibérica Suroccidental que he colocado en mis posts.

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    1. Veo que te basas en estudios de otros. ¿Es porque no lo has visto personalmente sobre el terreno?. El día que tengas ocasión de observarlo verás que tengo razón.

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  7. Además, te aconsejo que compruebes las cosas in situ antes de asegurar nada, y no te fíes del trabajo de algunos "titulados", que son capaces de inventar teorías descabelladas, y lo peor de todo, es que encima, se las creen. Ahora que sé quien es el autor del croquis, si que te puedo asegurar al 100% que está mal.

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  8. Las fotografias que coloco en las entradas de mi blog estan hechas, "in situ", por mi y he tenido que empezar a firmarlas porque la gente las estaba usando sin ni siquiera citar su origen. Conozco y estado en todos y cada lugares que describo porque me encanta visitar sitios de interes geológico y aunque me documento antes y despues de visitar un lugar tambien intento aportar cosas nuevas o dar mi punto de vista. Por ejemplo: habras visto que discrepo de la asignacion de los sedimentos de la Cubeta de Titaguas - Alpuente a la facies Purbeck, considerando que mas bien serian Weald. Me baso en mis observaciones en el campo, concretamente en sondeos que he hecho en Chulilla y en la presencia de areniscas arcosicas sobre unas calizas seudonudolosas de ostreidos en la Aldea del Chopo (las fotos son mias). Por eso me encajaban las Calizas de Huérguina donde las pone el croquis. Tendre que investigar algo más, me han hablado de otro yacimiento de icnitas en Alpuente que no conozco y que situan en el Purbeck, me acercare a ver. Ya te dire.

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  9. Cierto, hay mucho buitre que lo plagia todo y se aprovecha del trabajo de los demás.

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  10. Buenas noches, que tipo de suelo agricola podemos encontrar pues en la Yesa? pizarra, caliza? gracias

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    1. Generalmente arcilloso, aunque en las zonas con relieves altos calcáreos.

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  11. Nada, simplemente... un expoliador

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    1. Un expoliador?. Lo dices por coger un par de ejemplares para hacer una sección pulida y poder ver la estructura interna del tronco? Por cierto los dos ejemplares estan en un museo en Valencia.

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