sábado, 22 de febrero de 2014

EL BOSQUE PETRIFICADO DE LA YESA




RESUMEN:
En la anterior entrada de este blog (Enero 2014) se describió la geología de la Cubeta Sedimentaria de Titaguas – Alpuente y la estratigrafía del Cretácico Inferior que la rellena, incluyendo una descripción de las principales unidades litoestratigráficas existentes y de las condiciones sedimentarías y ambientales de su formación. En este contexto se describió un yacimiento de árboles petrificados localizado en la Aldea de El Chopo (Alpuente) proponiendo que muchos de los troncos allí encontrados pertenecerían al orden de las Arecales, familia Arecaceae (Palmae). Se complemento la descripción de los vegetales superiores fosilizados con la de la fauna de “comedores de plantas” que se desarrollo en una zona con tanto alimento disponible y concretamente el yacimiento de La Corcolilla con sus icnitas de dinosaurio.

Pero la Cubeta de Titaguas – Aras de Alpuente es superficialmente extensísima y geológicamente muy compleja, por lo que en la anterior entrada se quedaron muchas cosas por describir. Por eso este post continuaremos con la descripción geológica de la zona visitando un nuevo lugar paleontológico de gran interés. Se trata de un yacimiento de troncos petrificados que se localizan “in situ” y se presentan magníficamente expuestos y a diferencia de los troncos de la Aldea del Chopo, este yacimiento presenta troncos, posiblemente de coniferas, con las diferentes partes bien diferenciadas (corteza, albura, duramen) y anillos de crecimiento bien visibles.

TRONCOS PETRIFICADOS:
Además del yacimiento de La Aldea de El Chopo los restos de troncos fosilizados son muy abundantes por toda la Cubeta de Titaguas–Alpuente donde, como se describió en el post anterior, se depositaron sedimentos con facies de llanuras deltaicas con zonas de agua semipermanentes que podían funcionar como canales de marea o como zonas de inundación por las que fluían canales fluviales. Este medio sedimentario se desarrollo en un clima subtropical seco que fue humedeciéndose progresivamente durante el Cretácico, sin presentar estaciones marcadas, tal como parece indicar la ausencia de anillos de crecimiento en algunos de los árboles fosilizados.
La edad de los troncos fosilizados esta en discusión mientras que algunos investigadores asignan los terrenos de esta zona al Jurásico Superior, concretamente a la Formación Calizas, areniscas y arcillas de Villar del Arzobispo (Mas y Alonso, 1.983) del Titónico Superior–Berriasiense Medio, otros los asignan al Cretácico Inferior la Formación Arenas y arcillas del Collado (Vilas et al. 1982) del Hauteriviense – Barremiense.

Fotografía nº 1: contacto Jurásico - Cretácico
Personalmente considero mejor la última opción, es decir los troncos petrificados de la 
Aldea del Chopo serian del Cretácico Inferior y el límite entre Jurásico y Cretácico lo situó, en esta zona, en el contacto entre unas calizas seudonodulosas con abundantes ostreidos y unas areniscas arcosicas con estratificaciones cruzadas, como se puede apreciar en la  fotografía nº 1 (a la izquierda).







En la siguiente figura se pueden ver uno de los troncos petrificados que se encuentran, haciendo las veces de de bancos, en la Plaza de La Real Villa de Alpuente.
Fotografia nº 2: Uno de los troncos colocados en la Plaza de Alpuente
Como ya se menciono en la Aldea del Chopo abundan los restos de vegetales superiores (árboles y otros restos) que se encuentran dispersos, en zonas de acopio de los restos del despedregamiento de las parcelas agrícolas, en el anterior post se han descrito estos fósiles y se han adjuntado numerosas imágenes de  los mismos, a modo de recordatorio adjunto la siguiente composición fotográfica con distintos ejemplares encontrados en la zona:
Fotografía nº 3: Composición fotografica con varios troncos petrificados de la Aldea del Chopo
Dadas las dudas que tengo sobre si los árboles petrificados son Araceas (palmeras), como yo pienso, o coniferas (pinos) como los consideran en la Universidad de Valencia, voy a colocar una fotografía con un detalle de un fósil que considero demuestra la existencia de araceas en el yacimiento de la Aldea del Chopo: se trata de unas areniscas micáceas de grano fino que conservan restos de varios tallos y la impresión de una hoja pinnada con nervios longitudinales que muy parecida a las hojas de las actuales palmeras o cicas.

Fotografia nº 4: Impresión de una hoja de plamera o cica (Aldea del Chopo)
En la zona de La Cañada Paris (Aldea de Baldovar) he encontrado otro ejemplar de tronco fosilizado (ver siguiente fotografía) muy parecido a alguno de los encontrados en el yacimiento de La Aldea del Chopo.
Fotografia nº 5: A la derecha tronco fósil de la Aldea del Chopo a la izquierda tronco de Cañada Paris

YACIMIENTO DE TRONCOS PETRIFICADOS DE LA YESA.
En La Yesa existe otro yacimiento de troncos petrificados diferentes de los descritos en Alpuente, primero por su posición estratigráfica: claramente en el techo de la Facies Weald (Formación Arenas y arcillas del Collado (Vilas et al. 1982) del Hauteriviense – Barremiense) como por el aspecto de los troncos muy diferente de los descritos en el post anterior.


El yacimiento se localiza en el termino municipal de La Yesa, muy cerca del límite del término municipal de Alpuente (ver figura nº 1), en el camino que bordea el Monte de El Cabezo (cota 1.298 msnm) en el paraje conocido como El Cantalar. Para llegar al mismo hay que tomar el camino asfaltado de La Yesa a Ahillas y a la altura de El Castellar tomar el Camino de El Cabezo. El yacimiento se encuentra a la altura de las Minas de Caolín del Cabezo cuya posición se puede apreciar en la siguiente fotografía de el Monte de El Cabezo, tomada desde el Sur.


Figura nº 6: El Cerro de El Cabezo en una fotografia tomada desde su base. Las calizas que se observan en la parte alta del monte pertenecen a la Formación Mosqueruela del Cenomaniense.
El yacimiento aflora en el talud que ha dejado la excavación realizada para hacer el Camino de El Cabezo por el que se sube a las explotaciones mineras y se extiende longitudinalmente un par de decenas de metros en la que aparecen varios troncos petrificados en el mismo nivel estratigráfico, tal como se puede apreciar en la siguiente fotografía:

Fotografía nº 7: Yacimiento de troncos petrificados.
Geológicamente, según nos indica el mapa geológico (Hoja Nº 616 del MAGNA) de Alpuente, que se puede ver en la siguiente figura, el yacimiento se localiza a techo de la Facies Weald es decir de la Formación Arenas y arcillas del Collado (Vilas et al. 1982) del Hauteriviense – Barremiense, en el contacto con las margas, caliza margosas y calizas arenosas del Aptense (Miembro Malacara de la Formación Calizas con Rudistas del Caroch). Encima y tal como demuestra la existencia de muchas canteras de caolín se situaría el Albiense de la Formación Arenas de Utrillas.
Figura nº 7; Mapa geológico de la zona de El Cabezo tomado de la cartografía digital del IGME
Figura nº 2: Columna litologica de Alpuente
 En la siguiente figura de puede ver la columna litoestratigráfica del Cretácico Inferior de la Hoja de Alpuente con las distintas formaciones litológicas que aparecen en la sección estratigráfica del Monte de El Cabezo.  
Los troncos aparecen tumbados con distintas orientaciones aunque preferentemente con una dirección NW – SE, aunque aparecen algunos orientados prácticamente de Este a Oeste, como se puede ver en la siguiente fotografía. Se trata de troncos redondeados, aunque algunos aparecen aplastados, con un grosor de 20 a 30 centímetros y sin poder llegar a ver su longitud total de los mismos por disponerse transversalmente al camino.

Fotografía nº 8: Troncos colocados con distintas orientaciones
Son troncos de árboles muy diferentes de los encontrados en Alpuente (Aldea del Chopo y Cañada Paris) pues presentan una clara estructura con anillos de crecimiento y una corteza gruesa muy diferenciada, tal como se puede ver en las fotografías de los diferentes ejemplares que aparecen en el yacimiento y que a continuación describiré:

Fotografía nº 9: Tres troncos con la misma orientación.
Fotografia nº 10: Tronco aplastado
 En la siguiente fotografía (nº 10) se puede ver un primer plano del primer tronco de la derecha de la fotografia nº 9, se trata de un arbol de gran tamaño, aplastado por la presión litoestática, y en el que se puede apreciar la corteza y los anillos de crecimiento.



Fotografia nº 11: Destalle de otro de los troncos.
En la siguiente fotografía (nº 11) se puede ver un primer plano de un tronco que presenta un aplastamiento menor que el anterior, también se puede observar un importante desarrollo de la corteza y sus anillos de crecimiento. También se puede observar la diferenciación entre albura y duramen en la parte más interna del tronco.

 El ejemplar de tronco fósil de la siguiente figura parece como si tuviera una estructura anular con varias capas: corteza externa e interna (floema), el cambium y la albura, tal como se puede ver en el esquema de la figura nº 3. También es posible que, como ocurre en la actualidad, el árbol sobreviviera a un incendio y generara una nueva corteza quedando la huella de la anterior superficie cortical carbonizada.

Fotografía nº 12: Ejemplar de tronco petrificado con varias capas muy bien diferenciadas.

Figura nº 3: Seccion tranversal de una conifera
Fotografía nº 13: Tronco con la corteza muy 
desarrollada
 El siguiente tronco, aunque se encuentra en el mismo nivel estratigráfico, presenta una orientación distinta a los descritos hasta ahora, no se observa bien porque esta manchado de barro, pero también se aprecia una gruesa corteza y una estructura anular con la diferenciación de la albura y el duramen.


Fotografia nº 14: Tronco de pequeño diámetro.
El ejemplar de la siguiente fotografía (nº 14) es el que presenta un menor tamaño de los existentes en el afloramiento y una estructura interna un poco extraña con los anillos de crecimiento muy apretados hacia la parte superior supongo que por efecto del aplastamiento provocado por su enterramiento.    
Todo parece indicar que los troncos cayeron y fueron arrastrados hasta el lecho en el que aparecen depositados, entonces la pregunta es ¿dónde estaba el bosque en el que vivían y se desarrollaban?, la respuesta es rápida: en el mismo lugar donde han aparecido


Las calizas arenosas, a techo de las cuales se localiza el horizonte estratigráfico con los troncos, se sitúan, mediante un contacto brusco y erosivo, sobre unas arcillas abigarradas en las que he encontrado gran cantidad de raíces fosilizadas, como se puede ver en las siguientes fotografías, esto seria indicativo de que sobre estos sedimentos arcillososos se desarrollaba una abundante vegetación de la que formarían parte los árboles cuyos troncos se encuentran fosilizados. 

Fotografía nº 15: Nivel de margas grises con raices
Fotografia nº 16: Enraizamientos en las mismas margas grises
Estratigráficamente la serie en la que se localizan los troncos petrificados es que se puede ver en la siguiente imagen y se describe a continuación:

Fotografía nº 17: Afloramiento donde se localiza el yacimiento con los troncos fosilizados

Fotografia nº 18: Cata en busca de caolín.
En el muro y sobre un tramo de arenas blancas de tamaño de grano medio a grueso con laminaciones horizontales y cruzadas que ha sido objeto de investigaciones mineras mediante catas (ver fotografia nº 18 a la izquierda) pese a que geológicamente no se encuentra en la formación productiva (Facies Arenas de Utrillas) que aparece más arriba estratigráficamente, se localizan un par de metros arcillas abigarradas  grises que se ven en la fotografía anterior (nº 17).

Encima de estas arcillas abigarradas y mediante un contacto neto y posiblemente erosivo, se depositan unas calizas arenosas duras de color marrón claro con abundantes restos de lamelibranquios y bioturbaciones (ver fotografía nº 19) A medio metro por encima de este contacto con las margas abigarradas, se localiza el nivel en el que se encuentran los troncos, que contiene algo de arcillas limoarenosas grises azuladas. 

Fotografía nº 19: Caliza areniscosa con grandes lamelibranquios.
Encima del nivel de los troncos aparecen unas calizas margoarenosas grises finamente estratificadas y calizas arenosas grises laminadas, con abundantes restos de lamelibranquios como la que se puede ver el la fotografía de la siguiente fotografia.

Fotografía nº 20 Caliza gris fosilifera.
Fotografía nº 21: Nivel de calizas de pátina marrón
 A techo de estas calizas grises fosilíferas, aparecen calizas arenosas marrones oscuras, bioturbadas, que lateralmente pueden pasar a calizas microconglomeráticas con clastos de cuarzo. Forman un nivel muy continuo que se puede seguir por todo el Monte de El Cabezo. Pertenecerían al Miembro Malacara de la Formación Calizas con Rudistas del Caroch y su edad seria Aptiense.

 El nivel donde se encuentran los troncos se acuña lateralmente llegando a desapacer y situandose estas calizas marrones a situarse directamente encima de las arenas blancas.

No he podido ver lo que hay a techo del nivel calcáreo, por estar cubierto por los derrubios de las canteras de caolín. Pero por la presencia de estas explotaciones mineras supongo que por encima habrá arenas caoliniferas y arcillas, como las que se pueden ver en esta fotografia que corresponde a una de las canteras del Monte de El Cabezo.

Fotografía nº 22: Cantera de caolín abandonada. A techo las Calizas de Aras de Alpuente.
La secuencia litológica detallada en la que se localizan los troncos es la siguiente:
MURO: 
Figura nº23 :Banco de areniscas con estratificaciones y
laminaciones cruzadas en surco.
+-5 metros: Banco de areniscas de color amarillento rojizo de grano grueso en estratos gruesos. El banco, que forma un resalte en la ladera de la montaña, se sitúa erosivamente sobre un nivel de margas de color gris claro y esta formado por estratos gruesos cruzados en surco con laminaciones muy marcadas horizontales y cruzadas. Aparecen set de laminaciones gruesas también cruzadas con interláminas de gravas muy finas. A techo de los bancos areniscosos pueden verse set mas delgados (10 cms) de laminaciones cruzadas sigmoidales de migración de pequeñas dunas. A techo del banco aparecen areniscas rojizas de grano muy grueso microconglomeráticas con pequeños clastos redondeados y subesféricos de cuarzo blanco y cuarcitas grises. Tanto vertical como lateralmente hay un paso a areniscas poco consolidadas de grano fino a muy fino y color blanco en estratos de 20 cm de grosor.


-0,70 mts: Areniscas blancas, muy poco consolidadas a sueltas, de grano fino a muy fino con algunas micas y algo de caolín presentando laminaciones paralelas. A techo aparece un nivel de areniscas algo más consolidadas con cantos blandos amarillentos.

Figura nº 24: Nivel de arenas blancas de grano fino sobre las areniscas rojizas microconglomeráticas.
 -0,80 mts: Arcillas abigarradas (rojizas oscuras y grises averdosadas) con nódulos silicios muy duros. Bioturbación por raíces.El nivel presenta adelgazamientos y engrosamientos laterales.

Figura nº 25: Arcillas abigarradas bioturbadas por raíces.
Figura nº 26: Moldes de bivalvos.
-0,70 mts: Erosivamente sobre esta arcillas se sitúa un banco de areniscas grises cementadas por carbonato calcio muy duras y de pátina amarillenta. El banco se presenta en estratos irregulares de 20 centímetros de grosor que pueden presentarse cruzados en surco y con ripples. Aparecen fragmentos de conchas de bivalvos (ostreas) y moldes de lamelibranquios con ornamentación concéntrica (veneras?). También aparecen pequeños fragmentos de vegetales ferruginizados. Sobre este banco de areniscas calcáreas se localiza la superficie de acumulación de troncos con al menos 12 ejemplares dispuestos horizontalmente (tumbados) y orientados en dirección NW-SE, tal como se puede ver en la siguiente fotografia:
Figura nº 27: Superficie de acumulación de troncos de arboles.
-0,20 mts: sobre el nivel de acumulación de troncos se sitúa una caspa irregular de margas arcillo-limosas de color gris claro con lentejones de arenas de grano fino y color banco.

Figura nº 28: Nivel de arcillas margosas blanquecinas con lentejares de areniscas. 
-2,00 mts: Areniscas calcáreas duras de patina marrón en estratos delgados (10-20 centímetros) de plano irregulares con interestratos arcillosos más gruesos hacia la base. Aparecen acuñamientos de estratos, estratificación cruzada en surco y ripples en los planos de estratificación y dentro de los estratos laminaciones paralelas. Se ven algunos niveles ferruginosos.

Figura nº 29: Tramo de areniscas calcáreas estratificadas con estratificaciones cruzadas.
La superficie de contacto de este tramo con el nivel inferior de arcillas limosas blancas con lentejares de areniscas de grano muy fino se encuentra muy deformada por estructuras de carga alguna de las cuales debieron ser ocasionadas por pisadas de dinosaurios tal como se puede ver en la siguiente imagen:


Figura nº 30: Estructura de carga en la base de un estrato areniscos. Pisada de dinosaurio?.
En la siguiente fotografía se puede ver esta secuencia casi completa faltando únicamente las areniscas microconglomeráticas basales:
Figura nº 31: Secuencia litológica completa (faltan las areniscas basales) del nivel donde se
localizan los troncos de arboles.
Así pues, la secuencia litoestratigráfica descrita corresponde con una típica secuencia transgresiva que comienza con depósitos detritos gruesos de canal fluvial de alta energía (braided) capaz de transportar areniscas gruesas con gravas  con estructuras sedimentarias tipicas de este tipo de facies fluviales. Por encima se sitúa un tramo de margas abigarradas con restos de raíces de plantas que corresponderían a sedimentos de llanuras de inundación vegetadas de este sistema fluvial o a zonas lacustres adyacentes al canal. La presencia de fragmentos y conchas enteras de bivalvos  indicarían una progradación del mar y la formación de una playa en la que se depositaron los troncos arrastrados por el antiguo rio. En este ambiente deambulaban los animales de la época (dinosaurios) que dejaron sus huellas en el fango de las zonas palustras próximas a la playa. La parte superior de la secuencia estaría constituida por depósitos de barras litorales con laminaciones paralelas, estratificaciones cruzadas y marcas de corriente (ripples)
El paisaje se parecería mucho al de la siguiente figura en la que un sauropodo deambula por una zona costera a la que llegan troncos arrastrados por algún rio:  
Figura nº 32: Paisaje del transito Jurásico - Cretácico con restos vegetales.












Un compañero de trabajo, profesional forestal, al que pregunte si le parecía que los fósiles podrían ser coníferas,  al ver las fotografías de los troncos me ha indicado que uno de los ejemplares presenta una estructura similar a la de algunos especimenes de pinos actuales que han sobrevivido a incendios forestales. El ejemplar es el de la fotografías nº 12 que vuelvo a poner resaltando la marca que podría atribuirse a la dejada por un incendio.
Fotografia nº 33: Ejemplar con una marca asimilable a dejada por los incendios en pinos actuales
De ser correcta la suposición, estaríamos ante un incendio forestal acaecido en la Comunidad Valenciana en el Aptiense Inferior, hace 125 millones de años, lo que no seria extraño si consideramos que el clima en la época era subtropical seco y la abundante vegetación existente.  
Debido a que los fósiles carecen de detalles anatómicos importantes es difícil establecer el genero al que pertenecen por ello hemos de tener en cuenta cual era la vegetación imperante en el Cretacico Inferior en esta zona.  
Figura nº 34 : Abundancia de los distintos tacones durante
el Cretácico y la explosión de las angiospermas.
Durante el Jurásico Superior hay un solo continente el Pangea y se produce un desplazamiento de las masas continentales hacia el Norte siendo el clima de una marcada estacionalidad con inviernos cálidos y húmedos y veranos secos y calurosos generando un cinturón árido en la zona ecuatorial. En este ambiente se desarrolla una flora que continua sin grandes variaciones en el Cretácico Inferior por lo que se estudian conjuntamente. 

En el área floristica Euro-Sínica que comprendía Europa Occidental prevalece un clima árido o semiárido con una flora adaptada de Bennettitales, Cycadales y Coníferas cheirolepidiaceas. 
En el Mesozoico, que es también conocido como la "Era de la Cycas", fueron muy abundantes las Bennettitales y las Cycadales que son dos grupos morfológicamente muy semejantes pero sin relación filogenética. Las Cycadales aparecieron durante el Carbonifero y se caracterizan por presentar troncos tuberosos, bajos y rechonchos, mientras que en algunos casos se parecen más a pequeñas palmeras. Las Bennettitales  aparecen en el Triásico y se extienden hasta el Cretacico constituyendo durante el Jurásico el grupo de plantas mas importante por su diversidad y numero de ejemplares variando desde individuos de pequeña talla y redondeados (Cycadeoidea) a ejemplares altos y delgados. En la siguiente imagen se puede ver una representación artística de una Cycadeoidea según Markus Burkhardt:


Figura nº 35: Representación artística de una Cycadeoidea (Bennettital) en un paisaje del Cretácico  Inferior.
Figura nº 36: Espécimen de Cyca (?)
En La Yesa he encontrado un fósil que podría corresponder a uno de estos taxones. Se trata de un ejemplar de forma elípsoidal con unas dimensiones de 50 cm de longitud  por 30 cm de diámetro máximo con una estructura interna poco marcada pero en la que se aprecia una estructura anular. 
El espécimen presenta una corteza rugosa que recuerda a la de la corteza de las cycas actuales y a la de la figura anterior. Cuando se lave y se limpie el fósil quizás se logren apreciar mas detalles de su estructura anular y de su corteza y se pueda conocer algo más y determinar si se trata de una Cycadacea o de una Bennenttital (Cycadeoidea). 


Figura nº 37: Impresiones de la corteza.
Las Coníferas cheirolepidiaceas constituyen un extenso grupo de muy diverso tamaño (desde matorrales a grandes arboles) y gran dispersión geográfica que vivieron en diferentes hábitats desde los manglares subtropicales a los bosques de zonas costeras (barreras arenosas, islas y laderas en zonas mas montañosas) ocupando los nichos en los que hoy se desarrollan las angiospermas.


Figura nº 38: Baquisaurio alimentándose de las hojas de
una araucaria (Imagen de Google). 
Por ello los troncos de este yacimiento podrían pertenecer a las coníferas del tipo de las Araucarias un genero que actualmente se considera un fósil viviente y que solo aparece en el Hemisferio Sur  pero que durante el Cretacico también prospero en el Hemisferio Norte. Las araucarias son arboles de gran porte que pueden llegar a los 50 metros de altura, de troncos cilíndricos y rectos, sin nudos y con una gruesa corteza con placas como el caparazón de una tortuga. Muchas son las teorías sobre la carrera evolutiva establecida entre estos arboles de copas altas y los dinosaurios ramoreadores de cuello largo como los sauropodos.

No obstante durante el Cretácico Inferior se establece e Europa Occidental un clima ligeramente más húmedo marcado por un gran desarrollo de los helechos. En las asociaciones florísticas del Cretácico Inferior (Neocomiense) los pteridofitas representaban un 30% de los especies y constituían una especie de sotobosque. Las Cycadales y las Bennettitales constituían otro 30% mientras que las coníferas representaban un 20% de las especies registradas. La flora seria como la que actualmente se desarrolla al Sur de Florida con una gran extension de las zonas pantanosas poco profundas y zonas ligeramente mas elevadas con mas diversidad florística.   
En el Cretácico Inferior de la Cuenca Cantábrica se ha constatado (Eduardo Barrón et al, 2001) la existencia de bosques de coníferas (Araucariaceae, Cupressaceae,...) con sotobosque de criptogramas vasculares (Lycopodios, Helechos, Cycadofitas y Magnoliophytas)  y por otra parte formaciones xeromorficas integradas por coníferas de la familia Cherolepidiciae, Cycadofitas y helechos.

 CONCLUSIONES:   

El yacimiento de arboles petrificados de La Yesa es uno de los más completos y bien expuestos de la Provincia de Valencia, tanto por la calidad  de sus fósiles como por lo bien expuestos que se encuentran. Los árboles posiblemente serian coníferas que crecieron durante el Barremiense en un ambiente deltaico y clima subtropical en la parte superior de la Formación Arcillas y Areniscas del Collado (Facies Weald) junto a Cycadales y Bennettitales. En la siguiente imagen se puede ver una composición fotográfica con varios de los troncos del yacimiento de La Yesa:
Figura nº 39: Composición fotográfica  en la que se pueden ver varios de los ejemplares de troncos de arboles junto a lo que posiblemente pudiera ser una cycadacea.

Este yacimiento difiere del existente en el paraje de La Hoya (Aldea del Chopo; Alpuente) y descrito en este mismo blog en la entrada correspondiente al mes de Enero, en su posición estratigráfica, uno localizado a muro y el otro a techo de la Formación Arcillas y areniscas de El Collado y posiblemente en el tipo de arboles existentes; en uno coníferas y en el otro palmeras o similares.  
En la figura nº 5 se puede ver un esquema litoestratigráfico del Cretácico Inferior de la Cuenca Iberica Suroccidental donde se localizaba la Cubeta sedimentaria de  Titaguas - Alpuente.

Figura Nº 5: Esquema litoestratigrafico del Cretácico Inferior de la Cuenca Iberica Suroccidental
CONCLUSIONS:
The deposit of petrified trees of La Yesa is one of the most complete and well exposed in the Province of Valencia, both for the quality of its fossils as so magnificently that are exposed. The trees were conifers that grew during the Barremian in a deltaic environment on top of the clays and sandstones of Collado Formation (Weald facies) . Figure nº 5 you can see a Lower Cretaceous lithostratigraphic scheme of  Iberica Southwest sedimentary Basin I, where Titaguas- Alpuente bucket was located .