LOS IBEROS EN LA MARINA ALTA; EL POBLADO IBERO DE "EL PASSET " DE LA SIERRA DE SEGARIA.
Entre los siglos VIII y I a.c. (finales de la Edad
del Bronce y la inicios de la colonización romana) la Marina Alta formaba parte
de la zona donde se asentaban los iberos, y mas concretamente los iberos
contestanos cuyo territorio de extendía entre los ríos Júcar (Sucro), el
Vinalopó y el Segura (Tader) tal como se puede ver en la siguiente figura.
Figura nº 1: Mapa de la Contestania ibera. |
Figura nº 2: Iberia en el año 300 a.C. |
Los iberos contestanos, que
limitaban por el Norte con los iberos edetanos y por el Sur y el Oeste con los
bastetanos, se desarrollaron a partir de un sustrato indígena del Bronce Final
y fueron una de las cultura iberas mas ricas y variadas gracias a sus intensos contactos
comerciales con otros pueblos mas desarrollados, como los tartesios del Sur de
España con los que se comunicaban por rutas interiores, a través de Murcia y
Albacete, y con los pueblos del Mediterráneo Oriental, principalmente fenicios
y griegos focenses, con los que se comunicaban a través del mar y de sus colonias
en la costa (Homeroskopeion (Denia), Orihuela,…..).
En la Contestania se distinguen los siguientes periodos cronológicos:
Bronce final (X-IX a.C.): Aparición de poblados construidos en laderas, cerca
de las vías de comunicación por donde se producían intercambios con el resto de
culturas de la Península Ibérica. También hay contactos ultramarinos con
Cerdeña, Sicilia y Mediterráneo Oriental. Yacimientos de la Peña Negra I y Los Saladares (Orihuela).
Orientalizante o Hierro antiguo
(VIII-540 a.C.): Continúan los
asentamientos del Bronce final pero la irrupción de comerciantes y colonos de
origen semita (fenicios) y griegos ocasiona la aparición de nuevos
asentamientos costeros. La actividad comercial máxima parece producirse en
torno al siglo VII a.C. con la aparición de la metalurgia del hierro y de la
cerámica a torno. Se documenta el cultivo de frutales, como la vid y un aumento
de la ganadería. Presencia de cerámicas importadas de origen fenicio como las
ánforas de vino tipo R 1 y vajillas de barniz rojo o gris. Yacimientos más
representativos: Peña Negra II, La Fonteta, Necrópolis de les Casetes
(Villajoyosa), Benimaquia (Denia). Con la conquista Asiria de Tiro (573 a.C.)
la actividad comercial con el mundo fenicio disminuye siendo remplazada por los
griegos.
Periodo Ibérico Antiguo (540-450 a.C.): El territorio se estructura alrededor de oppidas,
poblados en alto, amurallados, con casas con patio dispuestas en calles. Yacimientos
más representativos: El Oral, Alcudia, Cabezo Lucero. Es el periodo de esplendor
de la escultura ibérica de bulto y de la afirmación de la cerámica “ibérica”.
Periodo Ibérico Pleno (450-237 a.C.): Desde inicios del siglo IV a.C. aparece la
escritura ibérica. El periodo termina con la llegada de los cartagineses de Amílcar
Barca a Gades. Abandono de El Oral y fundación de La Escuera. Desarrollo de
poblados como La Serreta, El Puig, El Puntal, La Isleta, El Cerro de las Balsas
y La Necrópolis de la Albufereta, la Bastida de les Alcuses, El Amarejo,
Coimbra y El Cigarralejo, entre otros. Desaparición de la escultura de bulto.
Periodo histórico de los Barca: Correspondiente a la II Guerra Púnica.
Construcción de las defensas del Tossal de Manises.
Periodo Ibérico Tardío (s. II
a.C.): Comienza la
romanización. Identificación de la Contestania por las fuentes antiguas. Máximo
esplendor de la cerámica de Ilici (Elche). A partir de la Segunda Guerra Púnica
el poblamiento indígena fue ampliamente desarticulado.
Para un mayor conocimiento del mundo de los iberos
contestanos se puede consultar la publicación de la Contestania Ibérica en el siguiente enlace: http://www.contestania.com.
En la Marina Alta abundan los poblados fortificados u
oppidum ibéricos los principales son:
el Alt de Benimaquia, Coll dels Pous y el
Pic del Águila en Denia, el Passet y Peña
Roja en la Sierra de Segaria (Benimeli y El Verger), la Muntanyeta Verda, y
Ambra en Pego y El Castellar en Oliva.
En esta entrada hablare y documentare los mas importantes: el Alt
de Benimaquia y el Passet de Segaria.
En la siguiente figura se puede ver un mapa con la
situación de los principales asentamientos iberos en la zona de Denia-Oliva:
Figura nº 3: Situación de los poblados iberos sobre un mapa de relieves (Terrasit). |
Figura nº 4: situación de la linea de costa en la época ibera. |
La civilización ibera se desarrollo en el que se conoce
el Periodo Húmedo Ibero-Romano (2.600
y los 2.140 a.C.) que es seguido por una etapa de aridez situada entre los
2.140 y los 1.800 a.C.
POBLADOS IBEROS
EL POBLADO DE BENIMAQUIA (DENIA)
De estos asentamientos solo están bien investigados y
documentados los de Alt de Benimaquia
y El Castellar y del resto hay muy
pocos datos y ninguna campaña de excavaciones oficiales.
El Poblado de Benimaquia debe su fama a ser el primer lugar de España donde
se ha documentado la elaboración de vino (650 a.c.). Aunque de acceso muy
complicado el poblado esta excavado y estudiado científicamente. Se localiza en
un espolón escarpado e inaccesible en sus vertientes meridional y occidental y mas
suave en sus vertientes septentrional y oriental, en el lado que mira a Denia,
donde el poblado esta protegido por una solida muralla tal como se puede ver en
la siguiente ortofoto en 3D sacada de Google. Como veremos mas adelante esta
disposición sobre el terreno es muy similar a la el poblado de El Passet de Segaria y el Xarpolar.
Figura nº 5: Ortofoto del Poblado Ibero de Benimaquia (Denia) |
La muralla de 1,5 a 2,0 metros de grosor tiene 150
metros de longitud, delimitando una ladera abancalada de 4500 m2 , esta
reforzada por 6 torreones o bastiones cuadrangulares y alcanza los 3 - 4 metros
de altura en su cara exterior. En la siguiente fotografía se puede ver la muralla y las torres del
poblado, al fondo el Montgó.
Figura nº 6: Murallas del Poblado Ibero de Benimaquia, al fondo el Montgó. |
Figura nº 7: Recreación del Poblado Ibero de Benimaquia |
En el recinto delimitado por la muralla hay una doble
hilera de casas vertebradas por una calle central tal como se puede apreciar en
la figura de la derecha con la recreación de este poblado ibero:
El poblamiento esta datado en los periodos
orientalizante e ibérico antiguo y aunque la erosión y el aprovechamiento
agrícola del recinto han arrasado prácticamente la superficie del recinto. Las
excavaciones han permitido caracterizar niveles mas antiguos y la siguiente
secuencia cronológica: el poblado se levanto hacia el año 650 a.C y fue
destruido violentamente hacia el año 560 a.C. Hacia el año 550 a.C. el poblado
se volvió a ocupar y permaneció ocupada hasta el año 500 a.C.
En el Poblado de
Benimaquia esta documentada la elaboración de vino a partir de mediados del
siglo VII a.C. con una producción estimada en 400 Hl anuales para cuyo
transporte harían falta de 1.300 a 1.600 ánforas.
Muy cerca de este importante asentamiento se
localizan dos poblados más: el Poblado del Coll dels Pous habitado
posteriormente al de Benimaquia (siglos V-III a.C.) y del que apenas quedan
restos pero conocido por ser el lugar donde se encontró el Tesoro del Montgó y el Poblado del Pico del Aguila.
EL POBLADO DEL PICO DEL ÁGUILA: el que esta situado a mayor altitud (450 - 500 m.s.n.m.) y el más moderno de los tres (Siglos II y I a.C.) sobre el terreno se ven tres murallas de piedras con una longitud total de 1.300 metros
dispuestas transversalmente a lo largo de un espolón del Montgó como se puede
apreciar en la planimetría siguiente figura:
Aunque en este yacimiento se han encontrado varios
colgantes de oro de manufactura ibera y hay gran cantidad de restos cerámicos esparcidos por su superficie, actualmente se considera que en realidad se trata de un
fortín militar romano para la protección de la base naval del general rebelde
Quinto Sertorio en Dianium (Denia) durante
la época de las guerras civiles (82 – 72 a.C.).
En la siguiente fotografía se puede ver el lienzo de la segunda muralla con su trazado en zig-zag:
Figura nº 9: Murallas en zig-zag del Pico del Águila (Denia) |
POBLADO DE "EL PASSET" DE SEGARIA:
Más al Norte, en la Sierra de Segaria, aparecen otros
poblados íberos el principal de ellos es el Poblado de El Passet de Segaria en
Benimeli, pero hay otro asentamiento en la terminación oriental de la Sierra en La
Peña Roja.
La Sierra de Segaria ha estado habitada desde el
Paleolítico, en su terminación oriental se localizan varias cavidades (la Cova Fosca, la Cova Santa y la Cova del Corb)
con grabados magdalenienses y pinturas y otros restos neolíticos. En el
Eneolítico la Cueva Fosca se utilizo como lugar de enterramiento y
posteriormente durante la Edad de Bronce y los periodos ibero y romano como
santuario.
Durante la Edad del Bronce hay un asentamiento fortificado
en la Peña Roja, el asentamiento esta situado en un lugar muy escarpado a 251
msnm que permite el control del paso entre la marjal de Oliva-Pego y el Valle
del Girona. Al lado de este asentamiento del Bronce, hay un poblado ibero
imposible de reconocer por la cantidad de vegetación y la transformación
agrícola que ha experimentado el sitio.
El Poblado ibero-romano se localiza al
lado de una hendidura natural de la crestería de la Sierra de Segaria por donde
discurría un paso entre los valles del Río Girona y de Pego. En la siguiente
figura se puede ver el mapa geográfico de la Sierra de Segaria, una crestería
calcárea que en el paisaje asemeja como la columna vertebral de un gigante
dormido.
Figura nº 10: Sitios arqueológicos en la Sierra de Segaria. |
Figura nº 11: Mapa Segaria (Terrasit) |
En la figura de la derecha se puede un detalle a menor
escala del mapa anterior donde se puede apreciar la situación del poblado ibero
(paraje de el Coll de Ramón) y el Passet
de Segaria y el acceso al mismo por el camino del Mirador de Segaria:
El yacimiento, en el se han encontrado abundantes materiales tanto
ibéricos como romanos, se asienta sobre una pequeña meseta, a modo de acrópolis,
a 430 metros de altitud orientada al Sur y flanqueada al N y al W por unos escarpados
riscos y con una superficie de aproximadamente 13.000 m2. Tiene
forma de una amplia terraza flanqueada por una serie de bancales mas estrechos orientados
de NE a SW. Hacia el Norte y el Sur este escalonamiento termina abruptamente.
Figura nº 12: Acropolis |
En la fotografía de la izquierda tomada desde la parte
nororiental del sitio (Cadireta del Rei
Moro) se puede ver la meseta delimitada por la muralla romana y el escarpe
septentrional de la Sierra.
En la siguiente figura se puede ver una ortofoto 3 D
del poblado ibero en la que he señalado el trazado de la muralla ciclópea que
delimita la acrópolis. Se puede apreciar como la zona abancalada, con restos de
fortificaciones, termina en un escape vertical y en la esquina derecha el
estrecho que constituye el “Passet de
Segaria” el acceso oriental al poblado.
Figura nº 13: Ortofoto 3 D con los distintos elementos del Poblado. |
El poblado tendría dos accesos uno situado en el
extremo SW donde se localizan las antenas de televisión del repetidor de Segaria
y que comunicaría con el Valle del Rio Girona por Benimeli. En la siguiente
fotografía se puede ver este acceso.
Figura nº 14: Acceso occidental al Poblado Ibero |
El otro acceso se localiza en el limite NE entre dos
crestas elevadas (el Passet de Segaria)
este acceso comunica con un pequeño valle (Les Portelles) que lleva a la
llanura costera y al poblado ibero de Peña Roja en El Verger y a una zona donde
hay varias fuentes (Fuente de Ramón, Fuente del Catalá,…) que abastecerían de
agua al poblado.
Figura nº 15: Muralla ibera cerrando el acceso al NE. |
En la siguiente figura se puede ver la planimetría de las distintas murallas que delimitan el poblado.
En la parte meridional entre el abancalamiento y la
pendiente escarpada se distinguen diversos tramos de un muro realizado con
piedras grandes trabadas en seco por otras más pequeñas que aunque esta
aprovechado como margen de bancal tiene el aspecto de una construcción
defensiva ibérica, tal como se ve en la fotografía de la figura nº .
En la siguiente fotografía se puede ver la esmerada
construcción de esta muralla. Como curiosidad, en la esquina inferior derecha,
se puede ver un grabado que asemeja al “Ojo de Horus”.
Figura nº 17: Lienzo de la muralla ibero-romana. |
Aparte de este lienzo en diferentes lugares de la
meseta se localizan otros restos constructivos pertenecientes al hábitat del
poblado.
Por sus características el sitio fue un importante
núcleo de población y de control del territorio que se extendería desde el
Ibérico Antiguo, momento en que se construiría la muralla del costado
meridional y la puerta de acceso noreste y continuaría en el Ibérico Pleno
llegando a la romanización cuando se construye el recinto defensivo de la parte
mas alta coincidiendo con la construcción de las defensas de la Peña del Águila y la fundación de Denia
(Dianium).
Figura nº 18: Terminación occidental de la muralla. |
Los últimos trabajos del MARQ (2011) y de F. Sala et al. interpretan el yacimiento
como uno de los fortines militares construidos por el General Quinto Sertorio
en el siglo I a.C. (año 77) en el curso de la guerra civil que le enfrento con
Pompeyo. La misión del fortín era vigilar el trafico de las naves enemigas entre
Ibiza y Cartago y si se daba el caso, y con la ayuda de sus aliados los piratas cilicios, asaltarlas
desde su base naval de Dianium
(Denia. Esta interpretación se basa en su posición estratégica, en un sitio
inaccesible, que además era un claro referente en el paisaje, y también en los
objetos militares encontrados en rebuscas clandestinas.
Figura nº 19: Soldado romano |
Los técnicos del MARQ
reconocen la existencia de vestigios arqueológicos concentrados en dos áreas
principales: una al Oeste cerca de las antenas de Tv y otra al Este cerca del
Passet o Collado de la Sierra a escasos 100 metros de la fortificación
islámica de El Castellet un castillo
adosado al escarpe septentrional de la Sierra de Segaria y construido por los
moriscos (ver fotografía de la figura nº 20).
Figura nº 20: El Castellet morisco. |
En el área del Oeste reconocen una robusta
construcción (fotografías de la figuras nº 17 y nº 18), de 80 m de longitud y alineación NE-SW con una altura de 3 m en
algunos puntos, realizada a base de
bloques grandes y muy grandes bien encuadrados, algunos de gran tamaño (127x68x31
cm). Los extremos de la muralla girarían en ángulo recto hacia el Norte cerrando un área de 3.000 m2 definiendo una especie de acrópolis que se situaría en la máxima cota de esta parte de la sierra (448 msnm).
Los arqueólogos del MARQ consideran que la esmerada fabrica del tipo opus quadratum, que se puede ver en la fotografía de la siguiente figura
donde el martillo de geólogo hace de escala, como típica de los romanos, aunque hay numerosas fortificaciones iberas en el resto de la Península Ibérica (Cataluña, Aragon,...) con este mismo tipo de fortificaciones con grandes bloques de piedra.
Figura nº 21: Detalle de los bloques de la muralla. |
En el área del Este aparecen mas muros con fabricas de bloques semiciclópeos, pero sin el acabado de los del lienzo de la acrópolis, que se disponen en paralelo sobre el estrecho pasillo por donde discurre la senda que atraviesa la Sierra dejando un angosto paso de 2,60 metros que constituiría el acceso principal a la fortificación a una cota de 415 msnm. El sistema se completaría con dos lienzos de fabrica similar y perpendiculares a los anteriores y que cerrarían completamente el paso natural de la Sierra por esta vertiente.
En el poblado de el Passet de Segaria se ha encontrado abundante cerámica ibérica
mostrando gran variedad de formas y distintas dimensiones: ánforas, páteras, kalathos, lebetas y platos, así como utensilios
de cocina como ollas. Se han encontrado fragmentos pintados con bandas y
filetes con decoración geométrica y floral, aunque personalmente no he visto
ninguno.
La cerámica ibérica es una
producción típica de los pueblos de la costa mediterránea de la Península
Ibérica. En general, puede definirse como hecha a torno rápido, introducido por
los fenicios a lo largo del siglo VII a.C. y rápidamente asimilado por los
pueblos indígenas (Benimaquia siglo VI a.C.), con pastas depuradas y desgrasantes
finos, con coloraciones rosadas, amarillentas o marrones.
Cocida en hornos de cocción oxidante
de dos cámaras (la inferior para la combustión, y otra superior donde se
colocaban las cerámicas crudas) con temperaturas de 900-1000°C, muestra tres
capas (tipo "sandwich")
oxidándose menos por falta de oxigeno la del interior. El secado posterior
duraba 15-20 horas.
Dentro de estas cerámicas las hay de importación
predominando las fenicias, la ática de barniz negro y las de tipo campaniense,
también cerámicas comunes e itálicas. Todos
estas cerámicas indican que el poblado se mantuvo activo entre los siglos VI y
el Siglo I a.C.
Llama la atención la enorme cantidad de fragmentos de
cerámicas que hay por el suelo tal como se puede ver en la siguiente fotografía,
donde hay una acumulación de fragmentos que posiblemente pertenezcan a la misma
pieza.
Figura nº 23: fragmentos de cerámica dispersos. |
Son predominantes los fragmentos de cerámicas del
tipo lisa, sin decoración, de pasta fina y color anaranjado, aunque también
abundan las cerámicas de cocina con desengrasantes que le confieren propiedades
refractarias y algunas cerámicas grises procedentes de hornos con cocción
reductora.
También se encuentran fragmentos de piezas muy
gruesas cuadradas de pastas muy bastas que podrían corresponder a ladrillos u
otros elementos constructivos.
En la siguiente figura se puede ver un cuadro con la
tipología de las cerámicas de L’ Alt de Benimaquia:
Figura nº 24: Tipologia de cerámicas del Alto de Benimaquia (Denia). |
Figura nº 25: Anfora fenicia. |
En la siguiente figura se puede ver un anfora
fenicia, tipo R.1 de Vuillemot, sin base, labio vertical con engrosamiento
interior, hombro hemisférico de carena muy marcada, galbo globular, la base no
se conserva, posiblemente pintada con bandas. Dos asitas de sección circular
están ajustadas a la panza desde la carena. Superficie anaranjada sin tratamiento
conservado, pasta anaranjada con desgrasante esquistoso y calizo. Diámetro del
borde: 13 cm, diámetro máximo: 48cm, altura: 63 cm. Este tipo de ánfora
constituye la forma dominante en la colección de hallazgos del Alt de Benimaquia. El borde engrosado
con ese labio resaltado hacia el interior de la boca recuerda las producciones
del alfar fenicio del Cerro del Villar (Málaga) fechado en el primer cuarto del
s. VI a.C. (580-560 a.C). Es de destacar que en esta colección de materiales
escasean los perfiles con labios verticales delgados típicos de las ánforas R1
de Trayamar habituales del pleno siglo VII a.C.
En la siguiente figura se puede ver una compilación
de los distintos tipos de cerámicas que aparecen en este yacimiento:
Figura nº 26: Composición fotografiada de tipos de cerámica de El Passet de Segaria. |
En la fotografía de la esquina superior izquierda
podemos ver fragmentos de asas de vasijas, principalmente ánforas, muy
utilizadas para el transporte de productos fabricados en la zona (vino, aceite,
cereales, garum,….). Las hay de varios tipos: tabulares simples, tabulares geminadas, tabulares de sección oval. En la fotografía de la esquina superior
derecha se pueden ver varios fragmentos de las bocas de tinajas y/o ánforas de
muy variados tamaños. El arco de curvatura de los fragmentos de los bordes las
bocas y el grosor de las asas indican que pertenecían a tinajas de gran
diámetro de las que utilizaban los iberos para almacenar distintos tipos de
productos (frutos, cereales,….). Finalmente en la fotografía inferior se pueden
ver un culo de vasija, una cerámica con barniz rojo y un trozo de cerámica con
desengrasante formado por granos de cuarzo gruesos.
Figura nº 27: Fragmento de un asa. |
El poblado ibero de El Passet de Segaria formaba parte de una red de poblados
fortificados (opiddum) que estaban
comunicados visualmente entre si. Desde El
Passet se controlaba visualmente El
Castellar de Oliva al Norte y el Alt
de Benimaquia al Sur y desde este ultimo se podía controlar otros situados
mas lejos. Eran poblados muy próximos a la costa donde había puertos (Dian) o
fondeaderos (La Almadraba) que permitían el comercio marítimo.
Figura nº 28: Vista desde el Poblado de El Passet de Segaria. |
Además de la fecha de fundación (650 a.C.) los
poblados de El Alto de Benimaquia, el
Xarpolar y el Passet de Segaria comparten el mismo estilo constructivo:
aprovechan la presencia de un escarpe inaccesible para fortificar solo el
flanco mas expuesto con el consiguiente ahorro de materiales y esfuerzos a la
vez que son necesarios menos soldados para la defensa.
En el extremo más septentrional de la comarca tenemos
el conocido yacimiento de El Castellar
de Oliva en el que se encontró una necrópolis con enterramientos en urnas muy
decoradas del estilo Liria-Oliva muy característico
de los iberos contestanos. Muy cerca esta la Muntanyeta Verda de Pego curioso enclave al borde de la Marjal y el Tossalet de Jurel con abundantes
restos de cerámica ibera, romana e islámica, lo mismo que el Castell de Ambra.
Figura nº 30: El Guerrero de Osuna |
La historia de los iberos en esta región parece haber
sido bastante violenta, tras su aparición en el bronce final y sus contactos,
parece que comerciales, con los fenicios y los griegos la zona fue asolada en
el año 560 a.C. para renacer casi inmediatamente y prosperar encima de la
destrucción. Tras una época de tranquilidad, en el año 237 a.C los cartagineses
comienzan la conquista de la Hispania que concluye en el año 221 a.C. obligando a la otra potencia mediterránea a invadir la Península Ibérica, situándose la frontera con los romanos en el Río Ebro.
En el año 219 a.C comienza, con el asalto de Sagunto por Aníbal Barca, la Segunda Guerra Púnica en la que participan los iberos como aliados de uno u de otro bando. La guerra concluye en Hispania en el año 206 a.C. con la derrota de los cartagineses y sus aliados iberos en la batalla de Ilipa, haciéndose los romanos con el control total de Hispania. En el siglo I a.C. (años 82 a 72 a.c.) las guerras civiles romanas, en gran parte desarrolladas en la parte oriental de la Península Ibérica y con las poblaciones iberas nuevamente involucradas en la contienda, traen de nuevo la destrucción y el fin de la civilización ibera como tal.
En el año 219 a.C comienza, con el asalto de Sagunto por Aníbal Barca, la Segunda Guerra Púnica en la que participan los iberos como aliados de uno u de otro bando. La guerra concluye en Hispania en el año 206 a.C. con la derrota de los cartagineses y sus aliados iberos en la batalla de Ilipa, haciéndose los romanos con el control total de Hispania. En el siglo I a.C. (años 82 a 72 a.c.) las guerras civiles romanas, en gran parte desarrolladas en la parte oriental de la Península Ibérica y con las poblaciones iberas nuevamente involucradas en la contienda, traen de nuevo la destrucción y el fin de la civilización ibera como tal.
Las fortificaciones del Pico del Águila y del Passet de Segaria responden a necesidades
militares de control y vigilancia del territorio y estuvieron ocupadas por
guarniciones romanas y/o mercenarias iberas encargadas de la defensa del Puerto
de Denia, clave para la estrategia del general Quinto Sertorio en su lucha con
el general Cneo Pompeyo Magno durante la Segunda Guerra Civil Romana que
termino en el año 72 a.C. con el asesinato de Sertorio por sus propios
oficiales, aunque todavía en el año 45 a.C. los iberos lucharon contra Cesar en
la batalla de Munda (Málaga).