RESUMEN:
En la Cubeta de Titaguas - Aras de Alpuente (Cordillera Ibérica Suroccidental) durante el Cretácico Inferior se produjo una sedimentación continental (fluvio-deltaíca) que dio lugar a una gran acumulación de sedimentos detrítico clásticos en Facies Weald (conglomerados, areniscas, arcillas rojas,..). Estos depósitos se acumularon en un clima subtropical, con abundante agua, lo que permitió que se desarrollaran bosques con una densa vegetación que incluía árboles de gran porte, árboles que han llegado hasta nuestros días fosilizados, bien en carbonato cálcico (calizas) o bien silidificados.
En este artículo describire un yacimiento localizado en Alpuente (Valencia), y situado cerca del contacto Jurásico–Cretácico, en el que aparecen una gran cantidad de troncos de árboles petrificados. Repasada la bibliografía existente sobre el tema, he llegado a la conclusión de que en este yacimiento aparecen distintos tipos de especies vegetales y entre ellas, las más abundantes serian los pinos y las Arecaceae (Palmae). Esta abundante vegetación sirvió de alimento a una serie de herbívoros de gran porte que dejaron sus pisadas impresas y sus huesos encerrados en las rocas, constituyendo un incipiente “parque jurásico valenciano” que sin duda se ira desarrollando en un futuro próximo.
En la Cubeta de Titaguas - Aras de Alpuente (Cordillera Ibérica Suroccidental) durante el Cretácico Inferior se produjo una sedimentación continental (fluvio-deltaíca) que dio lugar a una gran acumulación de sedimentos detrítico clásticos en Facies Weald (conglomerados, areniscas, arcillas rojas,..). Estos depósitos se acumularon en un clima subtropical, con abundante agua, lo que permitió que se desarrollaran bosques con una densa vegetación que incluía árboles de gran porte, árboles que han llegado hasta nuestros días fosilizados, bien en carbonato cálcico (calizas) o bien silidificados.
En este artículo describire un yacimiento localizado en Alpuente (Valencia), y situado cerca del contacto Jurásico–Cretácico, en el que aparecen una gran cantidad de troncos de árboles petrificados. Repasada la bibliografía existente sobre el tema, he llegado a la conclusión de que en este yacimiento aparecen distintos tipos de especies vegetales y entre ellas, las más abundantes serian los pinos y las Arecaceae (Palmae). Esta abundante vegetación sirvió de alimento a una serie de herbívoros de gran porte que dejaron sus pisadas impresas y sus huesos encerrados en las rocas, constituyendo un incipiente “parque jurásico valenciano” que sin duda se ira desarrollando en un futuro próximo.
Summary: The Basin Titaguas
- Aras Alpuente (Southwest Iberian
Range) during the
Lower Cretaceous continental sedimentation (fluvial- deltaic) occurred which
led to a large accumulation of detrital clastic sediments in Weald facies ( conglomerates , sandstones
, red clays,..). These deposits were held in a subtropical climate, with plenty
of water, allowing it to develop forests with dense vegetation including large trees,
fossilized trees were either calcium carbonate (limestone) or solidifications. This
article will analyze a reservoir of these fossils located in Alpuente, and
located near the contact Jurassic - Cretaceous, where there are plenty of
petrified trees. Reworked the
existing literature on the subject, I have come to the conclusion that at this
site different types of plant species and among them would be the most abundant
Arecaceae (Palmae) appear. This
abundant vegetation served food to a number of large-sized herbivores who left
their footprints and bones printed locked in the rocks, forming an incipient
"Valencian Jurassic Park "
that will undoubtedly anger developing in the near future.
SITUACIÓN GEOGRÁFICA:
El yacimiento paleontológico
que voy a describir se localiza en el Termino Municipal de Alpuente (Valencia),
en el paraje de La Hoya muy cerca de la Aldea de El Chopo tal como se puede ver en la siguiente figura. Es un yacimiento de muy fácil
acceso por el camino que saliendo desde el PK 11 de la carretera de Alpuente a
La Yesa (CV 345) lleva hacia las casas de la Aldea de El Chopo.
Figura nº 1: Mapa de situación (SIGPAG) |
Geomorfológicamente
la zona es un páramo de secano suavemente ondulado, con pequeñas colinas
rodeadas de terrenos de labor, tal como se puede ver en la fotografía de la
figura nº 2. Este paisaje esta interrumpido por la presencia de algunas
montañas de cúspide plana con cotas sobre los 1.000 m.s.n.m. La red
hídrica esta muy poco desarrollada y en la zona solo hay un curso fluvial de
carácter efímero, el Barranco del Reguero
que da lugar al impresionante Tajo de
Alpuente.
Figura nº 2: Paisaje típico de la zona de Alpuente (al fondo la Aldea de El Chopo) |
En la siguiente
imagen se puede apreciar una ortofoto en 3D de la zona de Las Hoyas se ve nítidamente el contacto entre distintos tipos de
terrenos: los relieves elevados formados por las calizas de oolitos del Kimmeridgiense, así como las
explotaciones de caolín de la Facies Utrillas
y las Calizas de Aras de Alpuente que
constituyen el techo de la sedimentación cretácica y en las zonas más bajas las
facies de arcillas continentales (Weals y Purbeck), con tonalidades más rojizas y intensamente
explotadas para cultivos agrícolas de secano.
Figura nº 3: Ortofoto 3D (IMaps) de la zona |
DESCRIPCION GEOLOGICA:
La zona donde se
localiza el bosque petrificado se ubica, geológicamente, en la “Cubeta de Aras de Alpuente”, una cuenca
enclavada en el Surco Ibérico Suroccidental
de la Cordillera Ibérica
(Rama Castellano–Valenciana o Levantina). En
esta cuenca durante el Cretácico Inferior
tuvo lugar una importante sedimentación detrítica. Según los datos del IGME,
en la Hoja nº
638 (Alpuente) del MAGNA (ver mapa
geológico de la figura nº 4), sobre el Kimmeridgiense
Medio – Superior (J332) que en la zona de Alpuente
esta representado por 40 a
50 metros
de calizas micríticas oolíticas, pisolíticas y oncolítitas típicas de ambientes
marinos agitados que dan lugar a resaltes inconfundibles en el terreno (ver
figura nº 3), se sitúa el Portlandiense (Jp33),
realizándose el transito de uno a otro mediante la intercalación de bancos de
areniscas, arenas silíceas y calcarenitas.
Figura nº 4: Mapa geológico de la zona de Alpuente - La Yesa (Hoja nº 638 del MAGNA) |
En la zona que
nos interesa, El Portlandiense (Jp33) se asienta concordantemente sobre los
últimos bancos calcáreos marinos del Kimmeridgiense
Superior tal como se puede ver en la fotografía de la figura nº 4, y
presenta Facies Purbeckiense. La
serie normal presenta los siguientes tramos en sentido ascendente: alternancia
de bancos de calizas y calizas margosas pisolíticas con algunas intercalaciones
de calizas micríticas (12 m.),
los pisolitos presentan mayores tamaños (0,5 cm) hacia la base, encima 4 metros de caliza
oolítica, hacia la base pisolítica. Más arriba bancos de hasta 1 metro de caliza
micrítica, caliza margosa grumosa, micritas y oomicritas con estratificación
cruzada. A techo de la serie aparece una alternancia de calizas oolíticas,
margas arenosas y calizas arenosas oolíticas en bancos de 1 a 1,5 metros con
estratificación cruzada. A continuación comienzan las facies con arcillas de tonos rojizos (ver fotografía de la
siguiente figura).
Figura nº 5: Contacto Kimmeridgiense Superior - Portlandiense en Las Hoyas de Alpuente. |
En la siguiente
figura (nº 6) se puede apreciar un contacto fallado entre las calizas masivas kimmeridgienses y las margas y calizas
de ostreidos del Portlandiense en
facies Purbeck, en el kilómetro 12 de la CV 345.
Figura nº 6: Contacto fallado entre las calizas masivas kimmeridgienses y las margas portlandienses en facies Purbeck |
El Cretácico
Inferior (Facies Weald) que comienza con la sedimentación del Hauteriviense
–Barremiense (Cw13-16) esta constituido por una serie sedimentaria
fundamentalmente continental. En la memoria del MAGNA se menciona textualmente: “en la zona de Alpuente, esta formación (F. Weald) descansa disconforme
sobre el Jurásico Superior, bien sea sobre el Kimmeridgiense Superior o sobre
el Portlandiense, sin observarse en ningún punto la existencia de diferencias
de angularidad que pongan de manifiesto la existencia de una fase de
plegamiento anterior a su deposición. Se han podido distinguir tres tramos: uno
inferior de edad Hauteriviense-Aptiense Inferior constituido, en su base, por
areniscas groseras de tonos blanquecinos o rojizos que alternan con niveles de
areniscas arcillosas y de arcillas de tonos rojizos. Ocasionalmente pueden
observarse intercalaciones de conglomerados con cantos de cuarcita.
Por encima se encuentra un conjunto de
calizas arenosas, en algunos puntos lumaquélicas, y areniscas de tonos
blanquecinos con faunas neocomienses. Estos niveles con intercalaciones marinas
no han podido ser cartografiados ya que solo han sido observados en algunos
puntos no viéndose ninguna continuidad lateral. Por encima se encuentra una
alternancia de arcillas y areniscas con niveles de conglomerados con cantos de
cuarcita.
En el techo de este tramo yace un conjunto
de calizas arenosas lumaquélicas con fragmentos de ostreas separadas por arenas
margosas. Este tramo esta incluido en la Unidad
C152-3) y la edad, según la fauna
encontrada: Palorbitolina lenticulares (FLUMENS) y otras es Aptiense medio.
El tramo más superior es un conjunto de
arcillas, areniscas y conglomerados de color rojizo (C2-215-16)
del Aptiense Superior- Albiense Inferior que podrían adscribirse a la Formación Arcillas
de Contreras.
La
Formación Arenas de
Utrillas (Albiense Superior-Cenomaniense Inferior (C2-316-21)
esta constituida por 50-60
metros de alternancias de arcillas, areniscas y
conglomerados de color blanquecino, constituyendo un conjunto de afloramientos
en los que se ha explotado caolín. En la fotografía
de la siguiente figura se puede ver el corte estratigráfico descrito en el MAGNA
en el frente de la explotación caolinífera del Cerro Atalaya Alta.
Figura nº 8: Explotación de caolín en la Formación Arenas de Utrillas |
El techo de la sedimentación Cretácica
en la zona es la Formación Calizas de Aras de Alpuente del Cenomaniense Medio-Superior se trata de potentes bancos de calizas muy
recristalizadas de tonos amarillentos que constituyen las cimas aplanadas de
cerros como “El Cabezo” y “Atalaya Alta”. En la siguiente figura se puede ver la columna litoestratigráfica tal como viene descrita en la Hoja del MAGNA de la zona:
Figura nº 9: Columna litoestratigrafica de la Hoja nº 638 del MAGNA |
En el libro “EL CRETACICO DE ESPAÑA”, se
describen estas litologías de la siguiente manera (sic): la Facies Weald
equivale a la Formación
Arenas y arcillas del Collado, cuyo estratotipo esta en la Aldea del Collado (Alpuente)
esta constituida por: arenas arcósicas, a veces conglomeráticas y arcillas. Las
arenas son heterométricas, generalmente con estratificación cruzada en surco y
suelen ser predominantes hacia la base, siendo las arcillas más abundantes
hacia el techo de la unidad, aunque localmente pueden ser predominantes en toda
ella, presentando intercalaciones de arenas micáceas muy finas y homométricas.
Son frecuentes los niveles con restos vegetales, aunque también pueden aparecer
caráceas, ostrácodos y fragmentos de ostreidos, a veces muy abundantes.
Figura nº 10: Unidades litoestratigraficas en el límite Jurásico - Cretácico de la Cuenca Ibérica Suroccidental |
La Formación
Arenas y arcillas del Collado, Vilas et al. (1982) aparece concordante en contacto neto y
erosivo sobre la Formación Arcillas y areniscas de Aldea Cortés
(Valanginiense-Hauteriviense?) y de forma discordante o paraconforme sobre
diferentes términos jurásicos: Formación
Calizas, areniscas y arcillas de Villar del Arzobispo (Kimmeridgiense
Superior – Portlandiense), Formación
Calizas oolíticas de Higueruelas (Kimmeridgiense “medio”), Formación Ritmita Calcárea de Loriguilla
(Kimmeridgiense Inferior y Formación
Margas de Sot de Chera (Kimmeridgiense Inferior-Oxfordiense Superior) e
incluso hacia el Norte llega a situarse sobre el Dogger. De forma local, en las
proximidades de Tuejar, la
Facies Weald
descansa discordantemente sobre el Keuper con el desarrollo de una importante
costra ferruginosa bajo la que se encuentra un nivel de alteración. Esta Unidad se
deposito en llanuras aluviales proximales del tipo braided o en la parte
media-distal de abanicos húmedos, en llanuras deltaicas dominadas por la acción
fluvial y/o llanura deltaica arcillosa con red de drenaje poco desarrollada.
A muro de esta
formación se localiza La
Formación Calizas,
areniscas y arcillas de Villar del Arzobispo (Mas y Alonso, 1.983) también conocida como Facies Purbeck, se sitúa mediante cambio lateral y vertical de
facies sobre la infrayacente Formación
Calizas de
oncolitos de Higueruelas. Se trata de una sucesión mixta carbonatada –
siliciclástica con intercalaciones arcillosas y margosas. Su mayor espesor (550 metros) se localiza
en Villar del Arzobispo y su edad Titónico
Superior–Berriasiense Medio. En la zona de Alpuente presenta una
disminución de espesor considerable (30 metros) y esta formada por arcillas margosas
abigarradas con niveles de calizas marrones en bancos métricos con
estratificación seudonodulosa y gran cantidad de ostreidos (ver la fotografía
de la siguiente figura).
DISCUSION:
Además del IGME,
muchos investigadores han estudiado la zona en diversos trabajos geológicos: Mas et al (1.994) estudian la Secuencia Titónico – Berriasiense, la más alta de las que
forman la Supersecuencia Jurásica (Hettangiense–Berriasiense). Consideran
que el límite inferior de ambas secuencias es una paraconformidad ligada a un
salto brusco desde el punto de vista sedimentológico y litológico con el paso
de las calizas micríticas tableadas depositadas en zonas medias y distales de
rampa carbonatada durante el Kimmeridgiense
(Formación Rítmita Calcárea de Loriguilla)
a calizas oolíticas masivas depositadas en zonas marginales de rampa (Formación Calizas con Oncolitos de
Higueruelas).
Atribuyen el límite
superior la secuencia a una discordancia sobre la que se localiza la Formación Arcillas y areniscas de Aldea Cortes (Valanginiense). Consideran que se
trata de una secuencia somerizante que abarca desde los carbonatos de la Formación Calizas con
Oncolitos de Higueruelas del Titónico
a los depósitos margosos, carbonatados y siciliclasticos de la Formación Calizas,
areniscas y arcillas de Villar del Arzobispo del Berriasiense Inferior.
Las facies
evolucionan desde facies más externas de sedimentos de plataforma de escasa
pendiente, de tipo homoclinal, abierta hacia el Este, con decantación de fango
micrítico, hacia facies más someras oncolíticas con corales y por encima aparecerían
facies de barras oolíticas litorales con zonas de lagoon somero. En un segundo
estadio la sedimentación se realiza en una extensa llanura submareal somera, de
tipo lagoon, con extensas llanuras de marea hacia sus márgenes. Las facies
siliciclásticas más groseras se presentan rellenando canales de cursos
meandriformes de alta sinuosidad, apareciendo también depósitos deltaícos y de
llanura mareal carbonatada.
Figura nº 12: Europa en el Cretácico Inferior |
Según estos
autores esta secuencia sedimentaria se deposito en una estructura compleja de
umbrales y surcos surgida de una tectónica de bloques, con subsidencia
diferencial, dentro de un contexto de rift intracontinental durante el Kimmeridgiense – Albiense Medio (ver
figura nº 11). A partir del Kimmeridgiense y debido a el basculamiento de la Meseta Ibérica, se produjo el levantamiento del borde occidental de la Cuenca Ibérica lo que dio
lugar al desplazamiento de la línea de costa hacia el Este. Coincidiendo en el
límite Titónico-Berriasiense, y con
la fase terminal del levantamiento de la Meseta Ibérica, hay una significativa entrada de materiales detríticos, lo que implicaria un rejuvenecimiento del área madre, así como la creación de surcos muy subsidentes en áreas adyacentes, como la Cuenca de Villar del Arzobispo.
Por su parte Santiesteban
(1.995) estudia la Facies Weald de la Cubeta de Aras de Olmos, y la divide en
5 tramos (A – E) y la asigna a la Formación Arenas y arcillas del Collado definida por
Vilas et al. (1982) en la Aldea de El Collado de Alpuente. Sin embargo Casanovas
et al. (1.999) asignan el tramo A de esta secuencia al Purbeck y los tramos D y E a la Formación Arenas de Utrillas, quedando la Formación El Collado reducida a los tramos B y C. Según estos
mismos autores, los restos de estegosaurios se localizan en la base del tramo B
en facies continentales del limite
Jurásico–Cretácico, mientras los demás restos de dinosaurios están en una
situación estratigráfica más alta, dentro de este mismo tramo B, incluidos los
restos de Losillasaurus giganteus del
yacimiento de La Cañada.
Según Casanovas et al. (1.995) estos
sedimentos se pueden asignar a la Facies Weald
que estratigráficamente pertenecería al “Grupo
Mixto de Cortes” (Mas et al 1982)
y más concretamente a la Formación Arenas y Arcillas del Collado de edad Hauteriviense-Cenomaniense Inferior o Hauteriviense
Superior–Barremiense Inferior, según los distintos autores. Estos
investigadores dan a la Facies Weald en la Cubeta de Aras de Alpuente un espesor de 800 metros, encontrándose
el bosque petrificado en el primer tramo (Tramo A) formado por 30 metros de margas con
intercalaciones de areniscas y calizas que incluyen los restos de plantas
superiores. También mencionan la aparición de restos óseos de
Dacentrurus armatus, un estegosaurio
del Jurásico Superior, en el nivel
inmediatamente superior al del bosque petrificado.
La columna detallada seria:
Tramo A: con un espesor de 30 metros esta formado por arcillas rojas con intercalaciones de calizas y areniscas. Presencia de fósiles de arboles y plantas superiores fosilizados en carbonatos.
Tramo B: con un espesor de 115 metros esta formado por arcillas rojas con intercalaciones de cuerpos canalizados de areniscas.
Tramo C: con un espesor de 400 metros esta formado por margas y arcillas grises con cuerpos canalizados de areniscas blancas micáceas.
Tramo D: presenta un espesor de 150 metros y se caracteriza por estar formado por areniscas micáceas con cantos dispersos con estructuras canalizadas intercaladas en arcillas rojas. En este tramo es donde se localizan los niveles explotables de caolín.
Tramo E: con un espesor de 90 metros esta formado por margas grises y areniscas.
La columna detallada seria:
Tramo A: con un espesor de 30 metros esta formado por arcillas rojas con intercalaciones de calizas y areniscas. Presencia de fósiles de arboles y plantas superiores fosilizados en carbonatos.
Tramo B: con un espesor de 115 metros esta formado por arcillas rojas con intercalaciones de cuerpos canalizados de areniscas.
Tramo C: con un espesor de 400 metros esta formado por margas y arcillas grises con cuerpos canalizados de areniscas blancas micáceas.
Tramo D: presenta un espesor de 150 metros y se caracteriza por estar formado por areniscas micáceas con cantos dispersos con estructuras canalizadas intercaladas en arcillas rojas. En este tramo es donde se localizan los niveles explotables de caolín.
Tramo E: con un espesor de 90 metros esta formado por margas grises y areniscas.
Figura 13: El yacimiento de icnitas de La Corcolilla |
Santiesteban
et al. estudian el yacimiento de La
Corcolilla donde aparecen icnitas de dinosaurios en una
capa de areniscas blancas de 6
metros de espesor y geometría lenticular. Las areniscas
se sitúan erosivamente sobre arcillas rojas y a techo se depositan margas
grises con areniscas. Lo definen como un paleocanal, con estratificación
cruzada sigmoidal, formando un conjunto de capas solapantes de areniscas. En la
parte superior de cada capa de areniscas aparecen grietas de desecación,
galerías de bioturbación y huellas de dinosaurio. Se trata de una facies típica
de barra de meandro fluvial, correspondiendo las arcillas rojas del muro a
depósitos de llanura de inundación y las margas del techo a depósitos lacustres.
Tras estudiar
las hipótesis de los distintos investigadores que han trabajado en la zona y
recorrer la zona observando su geología, he llegado a la conclusión de que la
disposición geológica que figura en la cartografía de la Hoja nº 638 (Alpuente) del IGME parece la
más acertada, por lo que el bosque petrificado se localizaría en la parte más
baja de la Facies Weald, es decir
en la base de la Formación Arenas y Arcillas del Collado (Vilas 1982) que
esta perfectamente descrita en el libro “El Cretácico de España”.
Luego, el bosque
petrificado objeto de este articulo, se localizaría en los sedimentos detrítico
clásticos (arcillas y areniscas) de la Formación Arenas y arcillas de El Collado (Vilas 1982),
ubicada dentro de la secuencia conocida como “Facies Weald” y su edad geológica seria Hauteriviense, es decir la base del Cretácico Inferior.
EL BOSQUE PETRIFICADO:
En el yacimiento
los fósiles de árboles aparecen dispersos por una amplia zona del paraje de Las Hoyas en la Aldea del Chopo (39º 53' 52,7"N 0º 59' 22,6"W), pero aparecen especialmente
concentrados en los montones de piedras procedentes del despedregamiento de los
terrenos de labor adyacentes. En su ubicación inicial los fósiles se
encontrarían entre las arcillas que constituyen los campos de cultivo,
posiblemente tumbados horizontalmente tal como parece indicar su aplastamiento
longitudinal.
El yacimiento se
localiza a techo de un banco de areniscas arcósicas de grano grueso con
estratificación cruzada sigmoidal, similar al banco de areniscas canalizadas sobre
el que se localiza el yacimiento de icnitas de dinosaurio de La
Corcolilla. Este paleocanal se sitúa sobre un estrato de
potencia métrica de calizas con una estratificación seudodulosa y gran cantidad
de ostreidos, en el que he fijado el límite del Purbeckiense, es decir el límite Jurásico – Cretácico.
Sobre este banco
de areniscas aparecen niveles de areniscas arcillosas amarillentas con
laminación horizontal y areniscas micáceas de grano fino a medio y color rojizo
o blanco, con restos de vegetales, así como arcillas rojas y grises que
contienen troncos de árboles petrificados.
Figura nº 15: Troncos de arboles petrificados |
En el yacimiento
aparecen gran cantidad de fragmentos de árboles petrificados, con tamaños muy
variados: diámetros de 30, 20 y 10 centímetros y longitudes inferiores a 0,50 metros, bien como
troncos completos o como fragmentos de madera. No son circulares, como correspondería,
sino elípticos, sin duda a causa del aplastamiento ocasionado por la presión
litoestática causada por el peso de los sedimentos que los enterraron.
Los troncos
están petrificados en carbonatos, algunos de ellos con cristalizaciones de
calcita fibrosa bien en forma de venas o bien en forma de esferas si bien algunos
ellos pueden presentan su parte más interna sílidificada.
Los troncos
presentan una estructura exterior estriada, presentando algunos de ellos restos
de la corteza original, tal como se puede apreciar en las siguientes imágenes.
La mayoría de los
troncos no conservan ningún tipo de estructura interna, sin embargo en algunos
de ellos si que he encontrado vestigios de ellas. En la mayoría de los casos se
conserva una estructura de círculos que, pienso, corresponderían a vestigios de
antiguos conductos de savia, como se puede apreciar en la fotografía de la
figura 15. Este tipo de disposición recuerda a la de los troncos (estípites) de
las palmeras fósiles y actuales (ver figura nº 18)
Figura nº 18: Detalle de una seccion transversal de un tronco con estructura de canales circulares |
También aparecen
troncos (estípites) en los que en las secciones transversales se puede ver una
estructura anular muy clara (las arecaceas no presentan anillos de crecimiento),
pero con una zona externa con la estructura canalizada típica de las palmeras,
por esta causa no tengo nada clara su adscripción filogenética (ver figura nº
19).
En la siguiente
imagen adjunto una fotografía de detalle con la que se puede apreciar los
conductos que constituyen la epidermis del tronco o estipe.
Las palmeras o
palmas son angiospermas monocotiledóneas del orden Arecales, familia Arecaceae
(Palmae). Es necesario hacer varias matizaciones ya que las palmeras, como
monocotiledóneas que son, no son árboles propiamente dicho, sino más bien
hierbas y por tanto, las palmeras no tienen troncos como otros árboles, es
decir, no desarrollan madera con anillos que cuentan sus años, sino que
generalmente tienen troncos (estípites) llenos de pequeños conductos
filamentosos semejantes a la fibra o a pequeñas venas que le dotan de un tejido
mucho más suave que la madera y que la hace mucho más flexible que un árbol, lo
que le permite doblarse sin problemas en tormentas huracanadas. Así, no es de
extrañar que después de un huracán, si queda algún árbol en pie, lo más
probable es que sean palmeras.
Las palmeras, por tanto, poseen
un falso tronco denominado estípite o estipe, generalmente solitario y no
ramificado a excepción de la Hyphaene
thebaica y Nypa, los cuales se ramifican dicotónicamente. La savia
de la palmera circula principalmente por la parte interna del estípite, al
contrario que los árboles, proporcionando una mayor resistencia al fuego, pero
por el contrario son incapaces de regenerar los tejidos externos y así no
pueden cicatrizar sus heridas como suceden los árboles.
El estípite de las
palmeras, en lugar de tener corteza como los árboles tiene una epidermis
endurecida que forma una capa protectora. La mayoría de las especies alcanzan
el diámetro máximo del tronco antes de empezar a crecer en altura. Puede haber
engrosamientos posteriores por el hinchamiento de las células o el robustecimiento
de las paredes. Los troncos de las palmeras son muy fuertes, gracias a un
anillo periférico de haces frondosos lignificados y tiene mucha flexibilidad
debido al córtex blando de su interior.
En la figura nº 22 se puede ver la reconstruccion de una palmera del Cretácico: Sabalites longirhachis (Marmi et al. 2011)
Además de los
troncos o estipes, en las areniscas he encontrado lo que parece ser una
impresión de una hoja pinnada con nervios longitudinales, del tipo de las que
se dan en las palmeras o en las cycas, junto a unos tallos indeterminados. En
la siguiente figura se puede ver una fotografía con este fósil.
Por otra parte entre los otros troncos (Figura nº
14) he encontrado un ejemplar de tronco fósil que presenta un nudo, típico de
los árboles con ramas, este ejemplar se parece a la sabina que hay en la
colección del Departamento de Geología de la Universidad de Valencia. Las
sabinas son del genero Juniperus y
pertenecen a la familia de las Cupresaceas
que ha sido descrita en el Cretácico
Inferior de La Cordillera Ibérica.
Figura nº 24: Tronco con nudo o estructura parecida junto a otro con impresión de la corteza. |
En Alpuente tenemos un bosque que vivió durante el Hauteriviense (Cretácico Inferior basal)
en un medio de transición marino – continental deltaico con clima tropical o
subtropical típico durante el periodo Cretácico, que era algo más cálido que en
los periodos precedentes, tal como se puede apreciar en el siguiente gráfico
Los polos
carecían por completo de hielo, razón por la que el nivel del mar era muy
elevado, dando lugar a que grandes zonas continentales estuvieran cubiertas por
mares someros. El clima era muy estable, en parte debido a la conexión
existente entre los dos grandes océanos existentes a través del Mar de Tethys. Las diferencias entre las
temperaturas que había en el ecuador y en los polos no era muy significativa,
hecho que nos hace pensar que los vientos serían muy débiles y, por tanto, los
mares muy tranquilos.
La vegetación preponderante
en esta época fue de gimnospermas como Ginkgoales,
Cycadales, Araucariaceae, produciéndose, en el límite entre el Cretácico
inferior y el superior, uno de los cambios florales más notables de los
ocurridos en la historia terrestre. Las gimnospermas pasan a un plano
secundario y se extinguen importantes grupos (Pteridospermales, Caytoniales, Bennetittales) y se reducen
drásticamente muchos otros órdenes. En su lugar se desarrollaron las angiospermas
(plantas con flores) siendo las primeras en aparecer son las dicotiledóneas y
después lo hacen las monocotiledóneas.
En un muy
completo articulo L.G. Esteban et al.
(2006), mencionan la existencia en el Cretácico Inferior (Berriasiense – Barremiense) de Teruel de
las siguientes floras: los cipreses Cupressinoxylon
hortti (Stopes), Cupressinoxylon sp.,
las araucarias Dadoxylon sp., Dadoxylon aff., Araucarioxylon sp., las confieras Xenoxylon sp., y Agathoxylon
sp del Albiense. Además se describen Dadoxylon
(Aracaurioxylon) riojense en el Valanginiense – Hauteriviense y las
coniferas Pinoxylon riojanus y Agathoxylon riojense en el Aptense. Estos autores describen floras
de árboles petrificados del Barremiense –
Aptiense de Cameros en facies de llanuras deltaicas con zonas de agua
semipermanentes que podían funcionar como canales de marea o como zonas de
inundación por las que fluían canales fluviales, facies muy parecidas a las
existentes en Alpuente. Se menciona la existencia de una nueva especie de
confiera del genero Podocarpoxylon
(Stopes): Protodocarpoxylon haciniensis, un tronco petrificado sin anillos
de crecimiento, y de otra tronco del genero Agathoxylon,
una conífera muy común en el Mesozoico.
Figura nº 27: Recreacion de un paisaje cretácico con un estrato arboreo de coniferas y un sotobosque de helechos y cicadofitas (Rosario Romero, Llorens 2005) |
Según Gómez
et al. (2001, 2002) en el Cretácico
Inferior de la
Península Ibérica, la flora estaba fundamentalmente compuesta
por Coniferophyta estando ausentes
las angiopermas. Esta flora habitaba en un clima subtropical, muy seco a principios del Cretácico, clima que fue humedeciéndose progresivamente durante el
Cretácico, sin presentar estaciones marcadas, tal como parece indicar la
ausencia de anillos de crecimiento en los arboles.
Los macrorestos
de plantas son con mucho uno de los fósiles más abundantes en el yacimiento
paleontológico de Las Hoyas (Cuenca),
e incluyen representantes de los principales grupos vivos: hepáticas, helechos,
coníferas,
además de las primeras plantas con flor. Entre las coníferas los restos más
abundantes corresponden a la familia Cheirolepidiaceae un
grupo extinto de gran diversidad.
La abundancia de
vegetación ocasiona la presencia de una fauna de “comedores de plantas”,
naturalmente al estar en el Cretácico
Inferior estos herbívoros no podían ser otra cosa que DINOSAURIOS.
En los últimos
años la Cubeta de
Aras de Alpuente se esta convirtiendo en una especie de “Parque Jurásico” valenciano,
encontrándose gran cantidad de huesos e icnitas de dinosaurios. Varios son los
investigadores que han trabajado en la zona, a continuación resumiré algunos de
estos trabajos:
En la Cubeta de Galve (Teruel) Luís
Alcalá et al. (2012) describen icnitas de dinosaurio en la Formación Calizas, areniscas y arcillas de Villar del
Arzobispo del transito Jurásico – Cretácico (Titónico – Berriasiense basal). Las huellas se localizan en
afloramientos calizos con tapices de algas y grietas de retracción en facies de
plataforma marina somera relacionada con un frente deltaico. Las icnitas son de
diferentes tipos y los organismos productores de las mismas serian dinosaurios
terápodos y saurópodos. Se han identificado huellas clasificadas como del icnogénero Deltapodus ibericus y cuyo productor
seria el estegosaurio Dacentrurus. También
se han descrito icnitas del tipo Gigantosauropus
asturiensis y el dinosaurio productor seria un neosaurópodo diplodocoideo.
Figura nº 29: Paisaje cretácico en La Corcolilla (Alpuente) |
En La Aldela de
La Corcolilla (Alpuente) Santiesteban et al. describen la
existencia de icnitas de dinosaurio. El yacimiento se localiza en el techo de
unas areniscas blancas de grano medio a fino con una potencia de 6 metros y disposición
lenticular (canalizada) con estratificación cruzada en surco y sigmoidal de paleocanal. Su
base cóncava y erosiva sobre arcillas rojas y su techo es neto pasando a margas
grises mediante un nivel de transición de 1,50 metros de
areniscas y margas grises. La superficie superior presenta riples, grietas de
desecación, galerías de bioturbación y huellas de dinosaurios (ver fotografía
de la figura nº 30).
Figura nº 30: Banco de areniscas que contiene las incitas sobre arcillas rojas (Formacion El Collado). |
Figura nº 31: Nivel de arcillas grises oscuras a techo de las areniscas canalizadas que contienen las incitas. |
En el yacimiento
hay un total de 49 huellas tridáctilas formando 4 rastros y algunas otras
sueltas. Los organismos productores han sido terápodos y ornitópodos de
distintos tamaños y especies todavía no encontradas.
Otro yacimiento
de icnitas de dinosaurio ha sido descrito por Santiesteban et al. (2.008) en Cañada
Paris (Balvodar; Alpuente) en sedimentos, que describen como de la Formación Calizas, areniscas y arcillas de Villar del
Arzobispo, a 47 metros
del contacto con la Formación Calizas de Higueruelas. El yacimiento se
localiza en el techo de una capa de areniscas de grano medio a grueso de forma
lenticular con estratificación y laminación cruzada que se deposita
erosivamente sobre arcillas rojas con paleosuelos calcáreos. Sobre las
areniscas aparecen lutitas grises laminadas y dos capas de carbonatos con
bioclastos de fauna marina. Esta secuencia se interpreta como un deposito de
playa con orientación NO – SE, las huellas se encuentran en la tras-playa (backshore) y en la parte superior de la
zona batida por el oleaje (upper
foreshore). En la siguiente figura (nº 25) se puede ver la recreación de un
paisaje de este tipo.
Aparecen dos
rastros uno con 17 huellas redondeadas del icnogénero “Brontopodus” cuyo productor seria un dinosaurio saurópodo titanosauriforme
y otro con 7 impresiones tridáctilas, en peor estado de conservación, cuyo
productor seria un dinosaurio terópodo sin precisar.
Estos mismos
autores (Santiesteban et al. 2001) también han citado restos de
dinosaurios (sauropodos) e icnitas en la Facies Purbeck (Formación Calizas, areniscas y arcillas de
Villar del Arzobispo del Titonico Medio-Barremiense Basal).
En el Museo Paleontológico de Alpuente se exhiben los huesos de un gran dinosaurio que se atribuyen (Suñer. M et al 2018), pese a su tamaño 20-30 metros de longitud y peso, a un individuo subadulto de un sauropodo macroniano basal de un tazón desconocido (ver fotografía de la figura de la derecha). Los restos aparecieron en la Aldea de Baldovar (Alpuente) en rocas asignadas a la Formación Calizas, areniscas y arcillas de Villar del Arzobispo del Titónico-Berriasiense. Se trata de huesos de extremidades, pélvicos, vertebrales caudales y otros que se encontraron en buen estado de conservación gracias a un rápido enterramiento sin apenas transporte en un banco de 2 metros de grosor de areniscas micáceas de grano medio a grueso con laminaciones cruzada que se atribuye a un canal que circularía por un antiguo estuario.
Otros investigadores como Alcalá et al (2011) tambien describen en la Cuenca de Galve y en la misma formación, un yacimiento de icnitas de dinosaurio. Las icnitas se han asimilado al estegosaurio Dacentrurus y a neosauropodos diplodocoideos.
Figura nº 34: El dinosaurio de Balvodar (Alpuente). |
Otros investigadores como Alcalá et al (2011) tambien describen en la Cuenca de Galve y en la misma formación, un yacimiento de icnitas de dinosaurio. Las icnitas se han asimilado al estegosaurio Dacentrurus y a neosauropodos diplodocoideos.
Restos óseos de
dinosaurio han sido descritos por Casanovas et al. (1995) en la
localidad de Cerrito del Olmo (La Almeza; Alpuente) en una litología de
paleocanales de areniscas intercalados con arcillas rojas y margas grises
adscritos al Tramo B de la subdivisión de la Facies Weald en la Cubeta de
Aras de Alpuente. Los fósiles se localizan en arcillas y margas grises sedimentadas
en un ambiente palustre desarrollado en un contexto de llanura de inundación de
un sistema fluvial. Los huesos fósiles encontrados se han adscrito al Suborden Stegosaria, Familia Stegosauridae, Genero Dacentrurus,
Especie Dacentrurus armatus (Owen 1985) del
que se puede ver una recreación en la siguiente figura:
Pereda
et al. (2009) consideran que una de las vértebras cervicales y dos de
las vértebras caudales de los anteriores restos óseos no pertenecen al
estegosaurio Dacentrurus armatus sino
a un ornistiquio ornitopodo indeterminado.
Para otros
investigadores, como Ruiz Canudo que menciona los
hallazgos de dientes de sauropodos y terópodos carnosaurios en la parte media
de la Facies Weald y cita la
presencia de estegosaurios en la misma, los vestigios de dinosaurios de
Valencia que se localizan en la Cubeta de
Aras de los Olmos están en una posición estratigráfica problemática.
Para terminar,
no podemos dejar de citar el descubrimiento en la Aldea de Losilla (Alpuente), por parte de Canovas et al. (2001) de los restos
óseos de un dinosaurio gigantesco (30 metros pese a no ser un adulto: el Losillasaurus giganteus (Casanovas 2001) o
“lagarto gigante de Losilla”. Los
fósiles fueron hallados en sedimentos que se consideraron de la Formación Calizas, areniscas y arcillas de Villar del
Arzobispo, y se consideraron de un dinosaurio saurópodo turiasaurido que
vivió hace 145 millones de años en el Titoniano
(Jurásico Superior)
CONCLUSIONES:
Durante el
transito entre el Jurásico y el Cretácico en la zona de Alpuente (Los Serranos; Valencia) se deposito una potente
serie detrítico clástica, en un ambiente de transición marino continental de
tipo deltaico (Facies Weald). El
clima era subtropical, sin estaciones marcadas, desarrollándose espesos bosques
en los que vivían dinosaurios que se alimentaban de la gran cantidad de
vegetación existente.
En el paraje de Las Hoyas (Aldea de El Chopo; Alpuente) en la Formación Arenas y arcillas de El Collado del Cretácico Inferior Basal (Hauteriviense – Barremiense) y en una
posición estratigráfica muy próxima al contacto con el Jurásico, se localiza uno de estos bosques. Sobre el terreno abundan
los fósiles de troncos de árboles petrificados en carbonatos, aunque algunos de
ellos pueden presentarse silificados. Todavía no he podido determinar la
especie o especies a la que pertenecen estos fósiles y aunque en la literatura
científica se menciona la abundancia de coníferas en esta época, los árboles
petrificados de Alpuente presentan unas características singulares que pueden
hacer pensar que se pueda tratar de ejemplares de la familia Arecaceae
(Palmae). Estas singularidades son, principalmente, la presencia de canales
en la corteza y en el interior del tronco (estípite). En la siguiente figura se
puede apreciar como son estos conductos en la actualidad (sección de un
estípite de palmera actual), como aparecen en ejemplares de palmeras fósiles (Psaronius brasilensis) y como aparecen
en una sección pulimentada de un tronco petrificado de Alpuente.
Además de estos
restos atribuidos, en principio a palmeras, se han encontrado otros ejemplares
de troncos con nudos, similares a Cupresaceas (Juniperus?) e impresiones de
hojas pinnadas con nervios liongitudinales similares a las de las palmeras o
cycas.
La vegetación,
que dejo estos vestigios petrificados, sirvió de alimento a unas criaturas
portentosas de las que se han encontrado sus restos óseos fosilizados y huellas
de sus pisadas marcadas en las rocas: el estegosaurio espinoso Dacentrurus armatus y el saurópodos
turiasaurido Losillasaurus giganteus
que junto a otros muchos, aun no localizados, debieron conformar un autentico Parque
Jurásico valenciano.
En la siguiente
imagen hemos querido recrear como hubiera sido el paisaje de Alpuente hace 145
millones de años en el limite Jurásico –
Cretácico, con un dinosaurio herbívoro del tipo saurópodo turiasaurido “Losillasaurus giganteus” marchando junto
a un estegosaurido espinoso “Dacentrurus
armatus” en un paisaje con abundantes palmeras.
Figura 37: Recreación del paisaje del límite Cretacico - Jurásico de Alpuente, un estegosaurio (Dacentrurus Armatus) y un sauropodo turiasaurido (Losillasaurus giganteus). |
Excelente artículo. Interesantes hallazgos, muy bien documentados, como siempre. Especialmente los troncos, muy bien conservados.
ResponderEliminarUn saludo
Estupenda información, todo muy detallado y explicado.Un 10
ResponderEliminarCreo que deberías revisar la situación de las Calizas de la Huérguina porque las sitúas debajo de las Arenas y arcillas del Collado, y están encima.
ResponderEliminarNo entiendo tu comentario de hoy. ¿Dices que las Calizas de la Huerniga estan encima de las Arenas y arcillas del Collado?. No, no estan encima ni debajo, son dos formaciones de la misma edad (Hauteriviense - Barremiense), como puedes ver en la página 469 del libro el Cretacico de España (1.982). El croquis de la figura 10 de este post es un esquema de las unidades formales del Cretacico Inferior de la Cordillera Ibérica Suroccidental y lo he sacado de un articulo de la Universidad de Valencia y el Instituto catalan de Paleontologia firmado por Santiesteban et al en el 2.007, aunque lo he visto en otras publicaciones.
ResponderEliminarEfectivamente tienen la misma edad cronoestratigráfica, pero no litoestratigráfica, porque cuando ambas aparecen en la misma zona, las Calizas de la Huérguina se sitúan sobre las Arenas y arcillas del Collado, es decir, la formación de la Huérguina es más joven que la del Collado, luego de donde hayas obtenido el croquis está equivocado.
ResponderEliminarEntiendo lo que quieres decir: es un cambio lateral de facies pero las facies lacustres de la F. Calizas de la Huérguina al ocupar una posición central en la cuenca siempre aparecen por encima de la F. Arenas y acillas del Collando más marginales. Pero en el articulo "Ambiente sedimentario y ciclicidad estratigráfica de los materiales de la Formación Arenas y arcillas del Collado en el sector de Alpuente de Carlos de SantÍesteban (Geogaceta 2004) se dice explicitamente: "El predominio de las facies aparentemente continentales (arcillas rojas con cuerpos lenticulares de areniscas blancas) ha disimulado la presencia de depósitos marinos intercalados. Estos han sido descritos como delgados niveles de calizas bioclásticas, tan discontinuos que no han merecido ser cartografiados a escala 1/50000. A pesar de ello, en afloramientos situados al Este de la localidad tipo de la F. Arenas y arcillas del Collado se presenta un tramo maritimo continuo, emplazado entre la base de la unidad y los depósitos detríticos del Jurásico terminal, que ha sido identificado estratigráficamente como la Formación Calizas de La Huérguina (Santiesteban y Suñer, 2002). Es decir localizan calizas de la Formación Calizas de La Huérguina en la misma posición estratigráfica que el esquema de las Unidades formales del Cretácico Inferior de la Cordillera Ibérica Suroccidental que he colocado en mis posts.
ResponderEliminarVeo que te basas en estudios de otros. ¿Es porque no lo has visto personalmente sobre el terreno?. El día que tengas ocasión de observarlo verás que tengo razón.
EliminarAdemás, te aconsejo que compruebes las cosas in situ antes de asegurar nada, y no te fíes del trabajo de algunos "titulados", que son capaces de inventar teorías descabelladas, y lo peor de todo, es que encima, se las creen. Ahora que sé quien es el autor del croquis, si que te puedo asegurar al 100% que está mal.
ResponderEliminarLas fotografias que coloco en las entradas de mi blog estan hechas, "in situ", por mi y he tenido que empezar a firmarlas porque la gente las estaba usando sin ni siquiera citar su origen. Conozco y estado en todos y cada lugares que describo porque me encanta visitar sitios de interes geológico y aunque me documento antes y despues de visitar un lugar tambien intento aportar cosas nuevas o dar mi punto de vista. Por ejemplo: habras visto que discrepo de la asignacion de los sedimentos de la Cubeta de Titaguas - Alpuente a la facies Purbeck, considerando que mas bien serian Weald. Me baso en mis observaciones en el campo, concretamente en sondeos que he hecho en Chulilla y en la presencia de areniscas arcosicas sobre unas calizas seudonudolosas de ostreidos en la Aldea del Chopo (las fotos son mias). Por eso me encajaban las Calizas de Huérguina donde las pone el croquis. Tendre que investigar algo más, me han hablado de otro yacimiento de icnitas en Alpuente que no conozco y que situan en el Purbeck, me acercare a ver. Ya te dire.
ResponderEliminarCierto, hay mucho buitre que lo plagia todo y se aprovecha del trabajo de los demás.
ResponderEliminarBuenas noches, que tipo de suelo agricola podemos encontrar pues en la Yesa? pizarra, caliza? gracias
ResponderEliminarGeneralmente arcilloso, aunque en las zonas con relieves altos calcáreos.
EliminarNada, simplemente... un expoliador
ResponderEliminarUn expoliador?. Lo dices por coger un par de ejemplares para hacer una sección pulida y poder ver la estructura interna del tronco? Por cierto los dos ejemplares estan en un museo en Valencia.
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